¿Por qué Paraguay puede ser un “país imán” sobre el manejo de los bosques?

9 de Marzo de 2020

Paraguay, un país mediterráneo de siete millones de personas, sin litoral, ubicado entre Argentina, Brasil y Bolivia. Foto: PNUD Paraguay

Imagina un bosque que cubre la mitad de tu país, un bosque biodiverso que da sustento a miles de especies, desde osos hormigueros gigantes hasta armadillos y jaguares; un bosque que alberga a uno de los últimos grupos indígenas no contactados del mundo.

Ese bosque es una realidad en Paraguay, un país mediterráneo de siete millones de personas, sin litoral, ubicado entre Argentina, Brasil y Bolivia. Es el hogar de gran parte del bosque del Gran Chaco, considerado el segundo paisaje forestal más extenso de América del Sur, solo superado por la selva amazónica.

Al igual que otros países que albergan los grandes bosques de América del Sur, Paraguay también luchó contra los incendios forestales en 2019.

Sin embargo, los bosques y otros ecosistemas del Chaco en Paraguay enfrentan un desafío existencial aún mayor. Estos ecosistemas únicos, caracterizados por la presencia de bosques secos, bosques húmedos, matorrales, pastizales, lagunas y pantanos, se ve amenazado por la expansión agrícola, impulsada por la producción de ganado y soja.

La región tiene una de las tasas de deforestación más altas del mundo. Los satélites de la NASA han mostrado que, entre 1987 y 2012, los bosques en Paraguay perdieron casi 44 000 kilómetros cuadrados debido a la conversión a tierras de cultivo y tierras de pastoreo. Esa área es equivalente al tamaño de Honduras, aproximadamente.

La magnitud de esa destrucción es aterradora e insostenible a la vez.

Paraguay necesitaba apoyo para reducir la deforestación. En parte, como consecuencia de la destrucción de sus bosques, el país no se había percatado plenamente del enorme potencial que ellos poseen para mitigar el cambio climático.

De esta manera, Paraguay se involucró en REDD+, un proceso voluntario bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que alienta a los países en desarrollo a contribuir a los esfuerzos de mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de la deforestación y la degradación forestal. Este proceso también ayuda a eliminar los GEI de la atmósfera terrestre a través de la conservación, manejo y expansión de los bosques.

Desde 2011, los socios del sistema de las Naciones Unidas han colaborado estrechamente para apoyar el proceso nacional REDD+ de Paraguay, a través de una gama de iniciativas ajustadas a la realidad paraguaya. Estas incluyen el Programa ONU-REDD (2011-2016), en el cual la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente) brindaron apoyo a Paraguay para presentar su primer Nivel de Referencia de Emisiones Forestales, incluyendo datos de emisiones por deforestación (NREF). Esta colaboración también dio como resultado la creación y consolidación del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal que permite reportar datos de carbono forestal con información confiable sobre el área forestal, los cambios en esa área forestal y las variaciones en el contenido de carbono en esas áreas.

A continuación, y gracias al apoyo desde 2016 del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques del Banco Mundial, Paraguay avanzó hacia el cumplimiento de los elementos del Marco de Varsovia para REDD+ bajo la CMNUCC, requisitos técnicos e institucionales que hacen que las reducciones de emisiones del sector forestal en un país sean elegibles para acceder a pagos por resultados.

Las agencias de la ONU ahora están colaborando conjuntamente para asesorar a Paraguay sobre el acceso y la gestión de pagos por resultados de una variedad de fuentes públicas y privadas, asegurando así una gestión fiduciaria sólida y el cumplimiento de las salvaguardas sociales y ambientales de la CMNUCC.

El primer ejemplo de esta colaboración es la propuesta de Paraguay al programa piloto del Fondo Verde para el Clima (GCF, en inglés) para pagos por resultados de REDD+, que se aprobó en la reunión de la Junta del GCF en noviembre de 2019.

ONU Medio Ambiente desempeñará el papel de entidad acreditada ante el GCF para esta propuesta de US72 millones, mientras que la implementación será llevada a cabo por las tres agencias asociadas de ONU-REDD: PNUD, FAO y ONU Medio Ambiente. El PNUD contribuirá sobre la base del apoyo brindado para el desarrollo de la Estrategia Nacional de Bosques para el Crecimiento Sostenible de Paraguay y ayudará en la implementación de las políticas y medidas de la Estrategia, en consideración de la experiencia del PNUD en el terreno. La FAO apoyará la mejora del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal y también ayudará en la aplicación de metodologías rigurosas que contribuyan al monitoreo, medición, reporte y verificación de las reducciones de emisiones a nivel nacional. ONU Medio Ambiente, por su parte, apoyará en la definición de incentivos para reducir la deforestación y la degradación forestal. También impulsará salvaguardas sociales y ambientales y la comunicación para aumentar sensibilización y conocimiento público de estas iniciativas.

Trabajando juntos durante casi una década, las agencias de la ONU han demostrado el poder de trabajar como uno solo para abrir las puertas para que Paraguay acceda a importantes recursos internacionales para implementar su Estrategia Nacional sobre Bosques para el Crecimiento Sostenible y lograr los objetivos de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) del Paraguay; el "compromiso" del país para el Acuerdo de París.

Los resultados de estas asociaciones de gran alcance están produciendo dividendos. En 2019, Paraguay reportó reducciones de emisiones de 26,7 MtCO2 - una reducción de casi el 50 por ciento del sector forestal, para los años 2016 al 2018 .

Esperamos que Paraguay pueda servir como un "imán" que impulse a los países de todo el mundo a una acción positiva adicional, cuando se trata de la gestión de sus bosques como una solución al cambio climático basada en la naturaleza, al tiempo que los ayuda a impulsar una gran gama de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados.