Mira afuera, ¡está demasiado oscuro ahí adentro!

Por qué debemos centrarnos en nosotros mismos para abordar la crisis de la contaminación por plásticos

6 de Junio de 2023

Si la actividad humana causa la contaminación por plásticos, debemos invertir más tiempo y esfuerzos para comprender estos comportamientos y explorar formas de cómo cambiarlos.

PNUD

 

Una vez Wayne Dyer contó una historia sobre una persona que perdió la llave de su auto en la sala de estar de su casa. En ese momento, se fue la luz y se quedó a oscuras. Buscó a tientas para encontrar su llave, pero no hubo manera. Miró por la ventana y vio que las luces de la calle seguían encendidas. Entonces pensó para sí mismo que nunca encontraría la llave del auto en donde se hallaba por estar demasiado oscuro, y que lo mejor era salir en busca de luz. Así que salió corriendo a la calle a buscar la llave de su auto. Entonces, su vecino lo vio y le preguntó si necesitaba ayuda. Wayne le dijo que había perdido la llave de su auto y se pusieron a buscarla juntos... pero no la encontraron. Entonces su vecino le preguntó dónde podría haberla perdido y él le respondió: "en la sala de estar”. El vecino le replicó que por qué estaba buscando en la calle, y Wayne le expresó: “¡porque está demasiado oscuro ahí dentro!”. 

Lo que más me preocupa de la contaminación por plásticos es lo que narro arriba: si hemos centrado nuestros esfuerzos en el lugar equivocado, ¿podremos encontrar las soluciones para abordar esta crisis? 


El problema de los plásticos: lo que hay afuera 

 

En su momento, el plástico se promocionó como uno de los mejores inventos materiales. Desde su introducción en la década de 1960, este material se ha transformado en una crisis de contaminación por plásticos. Y aunque todavía hay desacuerdo o dudas sobre el cambio climático, la marea de desechos plásticos está aumentando cada vez más, y esto es algo que nadie puede negar. Según una encuesta realizada por The Economist, la contaminación por plásticos está clasificada como la principal amenaza para la sostenibilidad del océano. 

Hemos realizado muchas evaluaciones del estado de la contaminación por plásticos en términos de proyección de tendencias, incluida la producción, el uso y la eliminación de los mismos. Se han publicado informes que pintan un panorama sombrío. También existe un número creciente de estudios científicos que muestran la evidencia de plásticos en el agua, los alimentos, la sangre humana e incluso en placentas. Se ha llevado a cabo una investigación meticulosa sobre microplásticos y nanoplásticos, y cómo la abrasión de los neumáticos de los automóviles es una fuente importante de microplásticos. Se han producido numerosos documentales y materiales de sensibilización centrados en los estragos causados por las actividades humanas en el océano y en la vida marina.  

Estos materiales científicos son la prueba de que comprender la contaminación por plásticos es importante para proporcionar un enfoque basado en la evidencia, con el objetivo de informar y apoyar a los formuladores de políticas. Deberíamos invertir más tiempo y esfuerzo en comprender y mejorar este fenómeno causado por el ser humano y, por ende, comprender y mejorar los comportamientos humanos y sociales a través de la experimentación, el análisis y el diseño de buenas prácticas. Continuamente aceptamos que las dinámicas internas de los humanos causan daños no solo en la contaminación por plásticos, sino en todos los demás problemas ambientales, incluido el cambio climático, la extinción masiva de especies, la deforestación y otros. 


Explorar nuestro interior

 

Tales dijo que “lo más difícil de la vida es conocerse a uno mismo”. Lamentablemente, nuestro trabajo sobre medio ambiente y desarrollo se ha centrado predominantemente en cuestiones externas al análisis de la naturaleza, y el comportamiento y la conciencia de los humanos. Y, probablemente, al igual que le sucedió a Wayne Dyer, no nos estemos centrado realmente en comprender los comportamientos y la conciencia humanas porque es demasiado difícil. Sin embargo, si el desarrollo humano es nuestro objetivo final, ¿no debería nuestro esfuerzo centrarse en analizar, experimentar y evolucionar nuestros comportamientos y conciencia colectiva? Es duro, pero hay que ponerse manos a la obra.  

El planeta Tierra ha existido durante 4.500 millones de años; mucho antes de la existencia humana. Y continuará existiendo mucho después de que los seres humanos se extingan algún día. La naturaleza tiene una enorme capacidad para restaurarse y regenerarse sin la necesidad de acudir a las intervenciones humanas. La crisis ambiental a la que nos enfrentamos es, en última instancia, una crisis de la humanidad. Debemos centrarnos en cómo opera la mente humana, qué impulsa sus comportamientos y acciones grupales, y cómo fomentar relaciones bondadosas entre los seres humanos y la naturaleza. La comunidad de desarrollo internacional puede liderar ese cambio de enfoque con algunos pequeños pasos. 

Desarrollar y aplicar iniciativas de cambio de conducta. 

Ser consciente del problema no conduce a un cambio de conducta. Los científicos llevan mucho tiempo observando que la sensibilización ante un problema no provoca un cambio en el comportamiento. Expertos de Harvard en salud hicieron un experimento en el que demostraron que conseguir que la gente beba un vaso más de agua requiere dos meses de recordatorios constantes y técnicas para cambiar los patrones de conducta. Los hábitos son la raíz de los comportamientos y es muy difícil cambiarlos. Debemos involucrar a psicólogos, sociólogos y científicos del cerebro en el diseño y la aplicación de iniciativas de cambio de comportamiento para comprender mejor la mente humana, sus conductas y su conciencia.

Comprender e incorporar el análisis de la jerarquía de las necesidades humanas en el trabajo sobre el medio ambiente y el desarrollo.

La pirámide de necesidades de Maslow es una teoría de la motivación que afirma que cinco categorías de necesidades humanas dictan el comportamiento de un individuo. Estas necesidades son las psicológicas, las de seguridad, las de amor y pertenencia, las de estima y las de autorrealización. En los países y comunidades donde no se cubren las necesidades fisiológicas básicas, como la alimentación y el alojamiento, el intento de reducir la contaminación por plásticos debe incluir actividades económicas de subsistencia. Por eso, el uso de materiales locales tradicionales para sustituir a los plásticos de producción masiva puede ser un medio eficaz para conseguir reducir la contaminación por plásticos y, al mismo tiempo, atender a las preocupaciones de los medios de sustento comunitarios.

El desarrollo humano debería basarse en la felicidad y la evolución de la conciencia colectiva. 

En el pasado, la labor de desarrollo internacional se centraba únicamente en el desarrollo económico, y a menudo los profesionales del desarrollo tienen formación en economía. El desarrollo sostenible se introdujo como un nuevo concepto para englobar los aspectos medioambientales y sociales del desarrollo, además del progreso económico. A medida que se desarrolla la tecnología y aumenta la productividad, la humanidad se ha vuelto más rica que nunca, pero no más feliz. Una vez satisfechas las necesidades psicológicas básicas, la felicidad humana no estará correlacionada con la abundancia material. Es hora de replantearnos qué entendemos por desarrollo humano, qué puede ayudar a evolucionar la conciencia humana, y a ser más sabios y equilibrados a la hora de gestionar la vida y las relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza. Nuestro trabajo medioambiental y de desarrollo debería conducir a la humanidad hacia la atención plena, la autocomprensión y la autoconciencia para cultivar el equilibrio interior, la paz y la felicidad.


Empezar con una pequeña victoria: los plásticos y el laboratorio de cambio de conducta

 

Para apoyar este viaje de autoconocimiento y autogestión, el PNUD está poniendo en marcha una iniciativa de laboratorio de plásticos y cambio de comportamiento en diez países. Esta iniciativa se fundamenta en la teoría del comportamiento social de las "ventanas rotas", definida en 1982 por los científicos sociales, James Wilson y George Kelling, basándose en investigaciones anteriores del psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo. Esta teoría sostiene que no importa lo rico o pobre que sea un barrio, una ventana rota pronto provocará la rotura de muchas más. Pero, si se reparan las rotas rápidamente, en un día o una semana, es mucho menos probable que los vándalos rompan más ventanas o causen más daños. Del mismo modo, si se limpia la acera todos los días, la tendencia a ensuciarla será mucho menor. Un entorno limpio fomenta los buenos comportamientos y la concienciación de las personas. Asimismo, estos autores argumentan que el entorno físico influye en la conducta humana y puede tener un efecto indirecto en otros aspectos de la vida comunitaria. 

Esta iniciativa está diseñada para efectuar un pequeño cambio concreto a nivel comunitario, fomentar buenos comportamientos para la gestión del entorno medioambiental y hacer un seguimiento de los cambios a lo largo del tiempo. La iniciativa experimentará con las siguientes intervenciones: 

  • Día mensual de limpieza. Emprender una jornada de limpieza al mes con la participación de toda la sociedad, desde el ciudadano de a pie hasta el político. A diferencia de las campañas de sensibilización de limpieza puntuales, esta iniciativa pretende cambiar los comportamientos de arrojar basura y mejorar la conciencia humana mediante la realización de aseos periódicos con una fuerte participación de gobiernos, empresas y sociedad civil. 
  • Un mejor sistema de recolección, voluntariado comunitario y patrullas para eliminar la basura. Tras la limpieza, es importante llevar a cabo actividades periódicas de mantenimiento para conservar la integridad de una comunidad y reforzar las conductas colectivas hacia un medio ambiente limpio. 
  • Campaña de sensibilización para eliminar los plásticos de un solo uso no esenciales. Abogar para que los gobiernos prohíban los plásticos de un solo uso prescindibles (empezando por artículos fáciles como las bolsas de la compra). 
  • Apoyar las alternativas ecológicas locales para sustituir los plásticos, y fomentar los sistemas de reutilización y rellenado o recarga de productos que usan plásticos como envase.
  • Diálogos políticos organizado por las oficinas de país del PNUD y los gobiernos con el sector privado, el mundo académico y la sociedad civil para mejorar las políticas y normativas sobre plásticos con el fin de frenar la contaminación desde su origen. 
  • Formación, orientación y seguimiento científico del cambio del comportamiento a lo largo del tiempo. 

Cambiar los patrones de conducta humana es extremadamente difícil. Por eso arrancamos con un experimento sencillo. Evitamos terminologías y fórmulas complicadas, y empezamos con un comportamiento que todo el mundo puede entender y en el que todos pueden participar: limpiar nuestro entorno. 

Esperamos que esta iniciativa contribuya a iluminar el camino a seguir.