Micro, Pequeñas y Medianas empresas resilientes por y para la prosperidad
26 de Junio de 2025

En un mundo donde la resiliencia económica y el impacto en desarrollo sostenible son prioridades urgentes, las MIPYMEs no pueden quedar atrás.
En América Latina y el Caribe (ALC), las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (MIPYMEs) constituyen el 99,5% del total de empresas y generan cerca del 60% del empleo productivo formal. Dentro de este ecosistema, el 49% de las mujeres ha emprendido un negocio propio, motivadas principalmente por la necesidad de generar mayores ingresos (72%), alcanzar independencia económica (39%) y ahorrar para un objetivo específico (37%).
Si bien, las MIPYMEs representan la gran mayoría del tejido empresarial en ALC y realizan un aporte significativo al empleo, su nivel de productividad continúa siendo bajo. Mientras que su participación en el producto interno bruto (PIB) regional ronda apenas el 25%.
Los desafíos de las MIPYMES en la región están vinculados a la necesidad de elevar la productividad en las unidades económicas más pequeñas, reducir las brechas entre empresas según su tamaño, fomentar redes y asociaciones que impulsen la innovación y el acceso a mercados, así como cerrar brechas de género – ya que las mujeres continúan enfrentando múltiples barreras que limitan la consolidación y crecimiento de sus negocios.
América Latina y el Caribe: un laboratorio de soluciones
Durante los últimos cinco años, el panorama de las cadenas de valor, en América Latina y el Caribe ha experimentado transformaciones profundas. La pandemia, los impactos de la crisis climática, la aceleración tecnológica y la fragmentación geopolítica han puesto a prueba la capacidad de los ecosistemas productivos. En este contexto desafiante, las MIPYMEs se han visto forzadas a fortalecer su capacidad de ser resilientes frente a las múltiples crisis, al tiempo que se revelan como actores clave para construir economías más sostenibles y cohesionadas.
A su vez la región se ha convertido en un verdadero laboratorio de políticas, modelos y alianzas para el desarrollo de MIPYMEs resilientes. Desde programas de transformación digital en zonas rurales hasta iniciativas de compras públicas inclusivas en territorios fronterizos, el PNUD está mapeando, sistematizando y transfiriendo soluciones que están marcando la diferencia.
Por ejemplo, a través del Programa Cadenas de Valor Inclusivas y de la mano con gobiernos locales, cooperación descentralizada y actores clave del territorio, se están impulsando diferentes iniciativas. Estas experiencias están generando aprendizajes valiosos que ya se están adaptando a otros contextos globales, desde los Balcanes hasta África Subsahariana y Asia.
Negocios que crecen en Perú y Ecuador
El PNUD Perú implementa las metodologías del Programa Cadenas de Valor Inclusivas desde 2021, posicionándose en 7 regiones del país y logrando un incremento comercial del 25% en las organizaciones participantes. Y desde el 2024 se impulsa la resiliencia y crecimiento de las MIPYMEs, a través de la medición de su impacto y la visibilidad de su contribución al desarrollo económico, social y ambiental de sus localidades.
Gracias a la Cooperación Internacional de las Islas Baleares, se incorporó la herramienta de la gestión y medición del impacto en las etapas de la metodología de Creciendo con su Negocio (CCSN) que venía implementándose con MIPYMEs de la cadena de valor del café, en la región Amazónica de San Martín. Las MIPYMEs seleccionadas cuentan un alcance importante en la región, donde, juntas, suman una red de más de 500 productores(as) de café.
Gracias a la gestión y medición del impacto, las MIPYMEs del programa en San Martín, han desarrollado una comprensión más profunda y concreta del vínculo de sus actividades con los conceptos fundamentales de sostenibilidad y resiliencia. Más detalles de la iniciativa aquí.
Por su parte, el PNUD Ecuador en alianza con Produbanco ponen a disposición las metodologías del Programa Cadenas de Valor Inclusivas para la generación de portafolios de inversión sostenible en MIPYMEs, mediante la capacitación de equipos de sostenibilidad dentro de las instituciones financieras.
Esta alianza logró avances significativos en el fortalecimiento de las MIPYMEs. Durante la fase inicial, se brindó asistencia técnica a 10 empresas ubicadas en Quito, Guayaquil, Santa Elena y Cuenca, enfocándose en mejorar su gestión financiera, administrativa y productiva.
Además, la iniciativa ha promovido la inclusión de género con un 50% de las empresas lideradas por mujeres y una participación del 80% de mujeres en la formación de 20 asesores/as de crédito en la metodología CCSN. Más detalles de la iniciativa aquí.
Mientras los Estados miembros del Sistema de Naciones Unidas (SNU) se preparan para reunirse en Sevilla, España, la próxima semana para la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, hay un llamado clave a poner el impacto del desarrollo sostenible en el centro de todos los esfuerzos relacionados con la financiación para el desarrollo. La movilización de recursos privados internacionales hacia las prioridades de desarrollo sostenible de los países Latinoamericanos es aún una asignatura pendiente por la que trabajar en colaboración con los gobiernos, el sector privado y las instituciones financieras internacionales.
En un mundo donde la resiliencia económica y el impacto en desarrollo sostenible son prioridades urgentes, las MIPYMEs no pueden quedar atrás. En este Día Mundial de las MIPYMEs, desde el PNUD reafirmamos nuestro compromiso con estas empresas y hacemos un llamado a redoblar los esfuerzos para construir cadenas de valor más resilientes, género-responsivas y sostenibles como una apuesta por un futuro más sostenible, equitativo y próspero para todas las personas.