Empleos en caída libre: trabajadores desanimados y mercados laborales en el contexto de la crisis de COVID-19

4 de Agosto de 2020

La crisis del COVID-19 está causando estragos en el empleo ya que el cese temporal de la actividad económica en los países de la región ha obligado a las empresas a despedir o suspender trabajadores y ha impedido nuevas contrataciones. Las estadísticas oficiales publicadas recientemente en algunos países ya dan cuenta de este fenómeno, evidenciando un empeoramiento dramático de los mercados laborales (hace unas semanas, otro #GraphForThought sugirió este hecho mediante búsquedas de Google por beneficios de desempleo cuando las estadísticas oficiales aún no estaban disponibles).

Los datos de Chile, Colombia, México y Perú muestran una caída sin precedentes en el número de personas empleadas junto con un gran aumento en el número de personas que abandonan la fuerza laboral. Al mismo tiempo, se registra un aumento sorprendentemente modesto en el número de desempleados debido a que muchas personas que pierden sus empleos no se están convirtiendo en "desempleados", sino que posponen la búsqueda de empleo como consecuencia de las medidas de distanciamiento social y las restricciones de movilidad. Estos "trabajadores desalentados" no están siendo registrados como desempleados porque en realidad están abandonando la fuerza laboral.

Este #GraphForThought muestra que, a partir de mayo, en México y Perú, la cantidad de personas en edad de trabajar que está fuera de la fuerza laboral superó a la de personas dentro de ella por primera vez en al menos 15 años. En Chile y Colombia, vemos una tendencia similar, con ambos grupos cada vez más cerca (en Colombia de hecho se registra una especie de rebote).

En estas extrañas circunstancias, la tasa de desempleo (que no es más que el ratio entre desempleados y fuerza laboral) es incapaz de medir el alcance de la escasez de empleos, ya que no logra captar el hecho de que las personas salen masivamente de la fuerza laboral. Por ello, un mejor termómetro para el mercado laboral es la tasa de empleo, que es la relación entre los empleados y la población en edad laboral, ya que no se ve afectada por el hecho de que las personas puedan abandonar el mercado laboral debido a las restricciones impuestas debido al COVID- 19.

La siguiente figura muestra la evolución de la tasa de empleo desde 2010 y divide a la población por género para tener en cuenta el hecho de que hombres y mujeres a menudo tienen trayectorias laborales muy diferentes. Observamos que este indicador cae alrededor de 20 puntos porcentuales desde el inicio de la pandemia, y que tanto hombres como mujeres han sido duramente afectados por la crisis. Sin embargo, la situación es particularmente preocupante para las mujeres, cuya integración al mercado laboral había crecido lentamente desde el comienzo de la década en Chile (llegando al 48% en enero, justo antes de que la pandemia comenzara a golpear), México (43% en el mismo período) y Colombia (alcanzó el 50% en un momento, aunque antes de la pandemia rondaba el 47%). En sólo unos meses, la pandemia ha borrado el progreso logrado en 10 años (la tasa cayó al 37%, 34% y 35% en Chile, México y Colombia, respectivamente).

Estas cifras ilustran el impacto sin precedentes que la crisis del COVID-19 está teniendo en el mercado laboral de América Latina y el Caribe. Si bien el efecto es marcado tanto para hombres como para mujeres, la crisis podría significar una regresión de más de una década en progreso hacia la paridad de género en el ámbito laboral. En este contexto, es fundamental que los países redoblen rápidamente los esfuerzos para generar las condiciones que permitan a las mujeres reintegrarse a los mercados laborales una vez que los países vuelvan a abrir. Si las caídas observadas en el empleo de mujeres y hombres se recuperarán a velocidades similares después de la crisis sigue siendo una pregunta abierta, y una que los encargados de formular políticas deben monitorear cuidadosamente para asegurarse de que el progreso que muchos países han hecho en la igualdad de género no sea pierda en esta crisis.