Coronavirus como un desafío para la gobernanza: ¿ALC está preparada para enfrentar el COVID-19? (Versión actualizada)

18 de Marzo de 2020

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 (Coronavirus) como pandemia mundial. Si bien la enfermedad se extendió lentamente a los países de ALC al principio, desde finales de febrero el número de casos confirmados ha aumentado exponencialmente alcanzando un total de 6.696.100 casos en toda la región al 24 de agosto. Ante este nuevo escenario es importante que los países tomen medidas rápidas para prevenir la propagación de la enfermedad y proteger a sus poblaciones. Como comentó Vernon Lee, director de la división de enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud de Singapur, necesitamos "estar uno o dos pasos por delante del virus... si se persigue el virus, siempre estaremos detrás de la curva".

Para hacerle frente al virus es fundamental la necesidad de "aplanar la curva". Esto significa implementar medidas de protección para frenar su propagación, de modo que el número de casos no supere la capacidad del sistema de atención médica. Este #GraphForThought analiza la situación actual de COVID-19 en ALC y evalúa la capacidad de los países para responder a la pandemia. Los países de ALC se muestran en verde y los países de referencia (China, Italia, España y EE. UU.) se muestran en gris, para ofrecer un contexto de la situación en ALC. El gráfico utiliza el número de camas de hospital por cada 10.000 personas con el objetivo de capturar la capacidad en el sector de la salud, ya que los casos graves de COVID-19 requieren hospitalización, y se representan en el gráfico mediante puntos. Las barras, por su parte, muestran el número total de casos confirmados de COVID-19 en cada país por cada 10,000 personas (cada barra está etiquetada además con el número absoluto de casos). Es importante tener en cuenta que los casos que se muestran aquí son sólo aquellos que han sido confirmados mediante exámenes, por lo que los países con mayor capacidad en el sector de la salud son probablemente aquellos que están haciendo más exámenes. Es imposible disponer de datos sobre la cantidad de casos no detectados y, lo que es más importante, solo podemos responder a los casos que conocemos. Es más, la OMS está llamando a testear, testear, testear".

El gráfico nos muestra que, si bien algunos países de ALC tienen un margen de capacidad relativamente alto, otros pueden tener grandes dificultades para satisfacer un aumento en la demanda de servicios de salud debido al COVID-19. En particular, vemos que países como Barbados, Cuba y Argentina tienen una alta capacidad de respuesta. En el otro extremo, países como Honduras, Haití y Guatemala tienen una capacidad mucho menor. Si países como Italia que tienen un nivel relativamente alto de capacidad se vieron abrumados por las demandas generadas por el COVID-19, estos países pueden enfrentar una situación aún más difícil si la prevención no se toma en serio. También es importante tener en cuenta que estos números muestran promedios a nivel nacional para la capacidad de salud, lo que oculta en gran medida las desigualdades dentro de los países. Por ejemplo, en las zonas rurales, la capacidad de salud puede ser mucho menor que en las zonas urbanas. Es fundamental asegurarnos de que todos los países reciban el apoyo que necesitan para cuidar a toda su población, sin dejar a nadie atrás.

Es importante recordar también que las enfermedades discriminan, y los más vulnerables entre nosotros pueden ser los que corren más riesgo. De hecho, no es sólo la edad lo que hace a las personas más vulnerables, sino también su situación socioeconómica. No sólo es más probable que las personas en los escalones socioeconómicos más bajos tengan una afección de salud crónica (lo que hace que COVID-19 sea más mortal), sino que es menos probable que tengan acceso a una buena atención médica, menos probable que estén empleados en un trabajo que les permita trabajar de forma remota o tomar tiempo libre remunerado (haciéndolos más expuestos al COVID-19) y menos propensos a resistir un shock económico debido a una pérdida repentina de ingresos. Como explica este artículo, ésto crea un ciclo autorreforzante entre coronavirus y desigualdad. Por lo mismo, debemos asegurarnos de que nuestras redes de seguridad social sean fuertes y lleguen a quienes más las necesitan en este momento y apoyar a nuestros países socios en la creación de resiliencia en este momento desafiante.

Actualización (6 de mayo de 2020): a medida que el COVID-19 se ha ido extendiendo por todos los países de ALC, sus sistemas de salud se han visto sometidos a una creciente presión. El 2 de mayo de 2020, el número de casos confirmados de COVID-19 (por cada 10,000 personas) en Ecuador superó el número de camas de hospital (por cada 10,000 personas) y el 6 de Mayo algo similar ocurrió en Perú. Si bien no todos los casos de COVID-19 requieren hospitalización y el número acumulado de casos no refleja el número actual de casos activos, éste sigue siendo un indicador útil del nivel de presión que la pandemia está ejerciendo sobre la capacidad existente del sector salud. Este Graph for Thought utilizó el número de camas de hospital como indicador de la capacidad existente del sector salud dado que se trataba del indicador con la más amplia disponibilidad entre todos los países. Sin embargo, indicadores aún más relevantes en el contexto del COVID-19 son el número de camas de unidades de cuidados intensivos (UCI) y el número de ventiladores. Si bien estos datos están menos disponibles, con el fin de proporcionar una actualización más detallada, este gráfico se basa en una compilación de datos desde varias fuentes hecha por Jorge Galindo para un subconjunto de seis países de ALC. Como muestra el gráfico, a partir del 3 de mayo, el número de casos confirmados de COVID-19 (por cada 10,000 personas) había superado el número de camas UCI (por cada 10,000 personas) y el número de respiradores (por cada 10,000 personas) en todos los países con disponibilidad de datos, menos uno (Argentina). La barra roja en el gráfico indica en qué punto, los casos superaron la capacidad médica instalada.