Un futuro sin deforestación en el Ecuador

Una estrategia para las personas y el planeta

29 de Abril de 2025
A young man in a plaid shirt pushes a wheelbarrow through a cocoa plantation.

El Ecuador está a la vanguardia en los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida mientras hace frente a los desafíos del cambio climático y el medio ambiente.

Foto: PNUD Ecuador

La visión ecuatoriana de un futuro sin deforestación ha cosechado grandes éxitos en los últimos años. Desde el lanzamiento del primer café sin deforestación certificado del mundo con Lavazza, hasta el suministro a Silva Cacao de Amberes (Bélgica) de cacao de alta calidad para chocolates especiales, el país es pionero en los esfuerzos de reforzar los medios de subsistencia de las mujeres, los pueblos indígenas y las comunidades locales, conectándolos con mayores oportunidades de ingresos, al tiempo que aborda los retos climáticos y medioambientales. 

Pero este esfuerzo ha costado mucho.  

En una colaboración liderada por el Gobierno del Ecuador, con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Fondo Verde para el Clima (FVC), junto con el PNUD, los pueblos indígenas, las comunidades locales y empresas del sector privado como Lavazza están a la vanguardia de los esfuerzos para encontrar soluciones a largo plazo.  

Lo que distingue a la respuesta del Ecuador es su compromiso de identificar y abordar los motores de la deforestación –expansión agrícola, tala de árboles y desarrollo de infraestructuras– inherentes a las cadenas de suministro agrícola. Mediante la colaboración entre sectores, partes interesadas y materias primas clave como el café, el cacao, la ganadería y la palma aceitera, el país quiere no solo frenar la deforestación, sino transformarla.  

Gracias a más de 183 millones de dólares de los Estados Unidos (USD) en inversiones provenientes de fondos internacionales para el clima y el medio ambiente, acumuladas a lo largo de más de 30 años, han posicionado al país, entre otros logros, como pionero en la conservación de bosques y cadenas de valor libres de deforestación, con 460.000 hectáreas de bosques protegidos, generando beneficios para 1,7 millones de personas. 

"Socio Bosque", o cómo el Ecuador se convirtió en pionero 

Cuando Yally Grefa, miembro de la Asociación de Producción Agrícola Wayusa, llamada "Asoprowayli", empezó su negocio en la provincia amazónica de Sucumbíos, las cosas eran muy distintas. Yally conocía la importancia cultural de la guayusa, una infusión de hierbas, pero no sabía cómo cosecharla para aumentar sus ingresos y proteger el medio ambiente.  

Hoy, eso ha cambiado. "Un mensaje que daría a todos los jóvenes es que conserven nuestros bosques y los protejan. Al hacerlo, se mantiene y preserva la biodiversidad, y esto se alinea con la cultura: al unir estos esfuerzos, somos más fuertes", afirma Yally. "[Cuando las mujeres de la Amazonia] se implican, y no tienen miedo, también tienen voz y voto para tomar decisiones".  

El origen del esfuerzo por situar a las comunidades locales en la vanguardia de la toma de decisiones se remonta al reconocimiento por parte del Ecuador de los derechos de la naturaleza en su Constitución de 2008 (disponible en inglés), una primicia mundial. La carta consagraba el derecho a la multiculturalidad y la autonomía de los pueblos indígenas. Sobre esta sólida base, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador (MAATE) puso en marcha el programa "Socio Bosque".  

Este programa dirigido por el Gobierno fue pionero en la consulta a comunidades indígenas y locales para el diseño de planes sostenibles de inversión y conservación forestal. Al ofrecer incentivos económicos a propietarios y comunidades por conservar sus tierras forestales y proteger los servicios ecosistémicos, sentó un precedente para las inversiones públicas e internacionales.

Jessica Stefanía Gallegos Yaruquí, Subsecretaria de Cambio Climático del MAATE, explica: "Esta colaboración ha sido clave para el diseño e implementación de la Política Nacional REDD+, liderada por MAATE. Garantiza que el enfoque nacional se construya sobre principios de equidad, transparencia y respeto a los derechos colectivos de los pueblos indígenas y comunidades locales, en el marco y bajo la aplicación de las salvaguardas sociales y ambientales de REDD+".

Empezar con REDD+: un camino hacia la sostenibilidad 

Como parte de esta misión de combinar incentivos financieros con la protección de los bosques, el compromiso del Ecuador con el Programa ONU-REDD comenzó en 2011. ONU-REDD proporciona asistencia técnica a los países en desarrollo con bosques para reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal, aprovechando el poder de convocatoria y la experiencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Esta asociación sigue activa e impulsa acciones para la conservación de los bosques y la resiliencia climática en más de 65 países. 

Ecuador desarrolló un Plan de Acción Nacional REDD+ para implementar salvaguardas y un sistema nacional de monitoreo forestal, con apoyo técnico en derechos de carbono forestal, monitoreo y contabilidad. La Mesa Redonda Nacional REDD+ es un esfuerzo altamente participativo para reunir a los socios en la implementación de REDD+, incluidos los pueblos indígenas y las comunidades dependientes de los bosques, el sector privado, el mundo académico y la autoridad nacional REDD+, los socios gubernamentales y la sociedad civil.  

"Este ha sido un proceso sostenido y evolutivo, fortalecido por los esfuerzos de colaboración del Gobierno, el equipo técnico nacional, las agencias de ONU-REDD, la oficina de país del PNUD en el Ecuador y la oficina regional del PNUD para América Latina y el Caribe, alineado con la evolución de las decisiones internacionales sobre cambio climático y las prioridades nacionales", explica Patricia Serrano, Especialista Regional de Programa del PNUD del Equipo de Medio Ambiente y Energía para América Latina y el Caribe. 

Still water reflects green trees and cloudy sky between two greenhouses.

El reconocimiento oficial de los derechos de la naturaleza en el Ecuador ha permitido que las comunidades locales jueguen un papel protagonista en la gestión sostenible de los bosques.

Foto: PNUD Ecuador

Generando un impacto más amplio con PROAmazonía

Desde entonces, desde el PNUD hemos trabajado con el Gobierno del Ecuador para apoyar la protección de los bosques empoderando a las comunidades con oportunidades de generación de ingresos que apoyen la autosuficiencia y la sostenibilidad a largo plazo, por ejemplo a través de la iniciativa "Botas Violeta". Sobre la base de este trabajo, y con el apoyo adicional de Italia para fortalecer este enfoque integrado de REDD+, junto a los Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura del Ecuador, lanzamos el Programa Integral Amazónico para la Conservación de los Bosques y la Producción Sostenible o "PROAmazonía".  

Con el apoyo de múltiples socios, entre ellos el FVC y el FMAM, así como los donantes bilaterales del Reino Unido e Italia, el proyecto refleja el compromiso más amplio de nuestros socios globales –gobiernos, instituciones y actores del desarrollo– de trabajar juntos sobre el terreno con el mundo académico, el sector privado y las comunidades y la sociedad civil. "Esta iniciativa proporciona un buen ejemplo de cómo el PNUD facilitó la alineación de la naturaleza y la financiación climática para lograr la coherencia de las políticas y maximizar los beneficios del desarrollo en todos los ODS en la región amazónica del Ecuador", destaca Lyes Ferroukhi, Jefe del Equipo Regional de Medio Ambiente y Energía del PNUD para América Latina y el Caribe. 

Un componente crítico del programa "PROAmazonía" ha sido la colaboración sin precedentes entre los sectores medioambiental y agrícola, desplazando la producción agrícola e integrándola con la conservación del capital natural. Los sistemas de trazabilidad han seguido el recorrido de los productos desde su origen, posicionando la conservación de los bosques como un atributo diferenciador. Se ha vinculado a las comunidades con las empresas, preservando el medio ambiente a la vez que se obtienen mejores ingresos. Más de 70.000 hombres y mujeres han aprendido prácticas nuevas y sostenibles para cultivar desde ganado y café hasta granos de cacao para chocolate y guayusa para tés ancestrales.

Group of eight women in rubber boots standing outside a thatched-roof hut.

A través de iniciativa "Botas Violeta", se han entregado cerca de 2.000 pares de botas de trabajo a mujeres de toda la Amazonía ecuatoriana. Más que un equipo de protección, estas botas simbolizan el empoderamiento femenino y visibilizan el papel esencial que tienen las mujeres en la agricultura.

Foto: PNUD Ecuador

Hacia un enfoque integrado de la cartera: la autosuficiencia  

La responsabilidad compartida en todas las cadenas de valor ha conducido a una gestión más sostenible de las cadenas comerciales. La colaboración con los bancos de desarrollo ha creado líneas de crédito para una producción sostenible y libre de deforestación y una nueva financiación climática. Al integrar diferentes fuentes de financiación y socios clave de los sectores público, privado y financiero, el enfoque de cartera garantiza resultados a largo plazo para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible, así como beneficios sociales.

Inka Mattila, Representante Residente del PNUD en el Ecuador, concluye: "Dadas las crecientes limitaciones de la financiación mundial para el clima, para mejorar la canalización de diversos recursos hacia las prioridades de desarrollo, el PNUD puede desempeñar un papel clave en la facilitación de diversas fuentes de financiación mediante la creación de alianzas estratégicas con el sector privado y las instituciones financieras. También apoyamos la creación de marcos financieros innovadores que maximicen el impacto de la inversión y movilicen recursos tanto a nivel nacional como internacional.

Este enfoque intersectorial inclusivo ha permitido al país avanzar hacia sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) en el marco del Acuerdo de París. Al incorporar las prioridades de todos los grupos en el Amazonas involucrados en la conservación forestal y las cadenas de valor, el Ecuador ha sido pionero en un modelo que va más allá de la ayuda, centrándose en la gestión de recursos financieros para la sostenibilidad regional, movilizando beneficios y protegiendo los activos naturales del país.