Ahora o nunca: Guinea Ecuatorial como Estado Azul

18 de Octubre de 2022
Muelle de Luba

Puerto Comercial de Luba (Guinea Ecuatorial)

PNUD Guinea Ecuatorial / Maribel Ibule Djole

A menudo, tendemos a olvidar que lo más valioso está justo delante de nosotros.  De hecho, Guinea Ecuatorial tiene un inmenso potencial económico en el ámbito marítimo y puede convertirse en un Estado líder en el desarrollo de la Economía Azul que sigue sin explotar.

Desde su descubrimiento en 1995 a principios de la década de 2000, el petróleo y el gas han contribuido en gran medida al progreso socioeconómico de la República de Guinea Ecuatorial, pero la altísima dependencia minera en el país se ha convertido también en su inherente fragilidad socioeconómica. Esto se hizo evidente durante la recesión económica causada por la caída del precio internacional del petróleo desde 2014, que se vio agravada por la pandemia de la covid-19 y sus amplios efectos socioeconómicos. Todo esto está trayendo un nuevo sentido de urgencia en la necesidad de alcanzar una transformación socioeconómica resiliente y sostenible, a través de la diversificación de la económica nacional, que no debe ser más tardía.

La Economía Azul no es otra cosa que un uso y manejo sostenible, inclusivo y respetuoso con el medio ambiente de los recursos marítimos. Es básicamente el equivalente marítimo de la economía verde. Guinea Ecuatorial tiene uno de los contextos geográficos más singulares del mundo, en zonas territoriales como Corisco, Annobón, Bioko y la parte continental del país; lo que pone en evidencia el inmenso dominio marítimo que posee el país, siendo éste 11 veces mayor que su masa terrestre. Además, el país está estratégicamente situado en el corazón del Golfo de Guinea y su considerable mercado, representado por un total de 16 países costeros y un mercado de mas de 40 millones de consumidores. Gracias a las enormes inversiones públicas en la mejora y ampliación de los puertos, las carreteras, la electricidad y las telecomunicaciones, el país está ahora dotado de una amplia gama de infraestructuras físicas, que carecen a la mayoría de sus países vecinos.

Con el firme apoyo de la alta gerencia del PNUD a partir de la nuestra Directora de la Oficina Regional para África  en los últimos dos años el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha trabajado codo con codo con el Gobierno de Guinea Ecuatorial para conceptualizar, diseñar y desarrollar una estrategia de futura, basada en evidencias , para la diversificación económica de Guinea Ecuatorial, que ofrezca opciones para aprovechar el potencial del sector marítimo de Guinea Ecuatorial y pueda proyectar al país en una nueva senda de crecimiento.

Este trabajo ha revelado que Guinea Ecuatorial tiene un inmenso potencial económico en el ámbito marítimo que podría atraer inversores internacionales. Parte de ese potencial consiste en aprovechar la capacidad existente para impulsar la actividad económica marítima y al mismo tiempo, a largo plazo, brindar la oportunidad de que el país se convierta en un Estado líder en el desarrollo de la economía azul. Los resultados obtenidos de los estudios indican que la mayor y más inmediata oportunidad identificada para Guinea Ecuatorial reside en sus puertos e instalaciones portuarias que, en términos de ubicación, espacio, profundidad del agua, seguridad, localización y enlaces de carreteras, podrían llegar a ser igualmente competitivos y prosperar como que los países de la subregión.  Sin embargo, para materializarlo, los puertos tendrán que cumplir con las certificaciones internacionales de seguridad; tener una gestión eficiente y eficaz, para optimizar el rendimiento económico y mejorar su marketing, y para garantizar que la industria marítima sea consciente de las oportunidades que ofrece Guinea Ecuatorial. 

Los puertos también podrían ser más ecológicos e inteligentes, de modo que, además de reducir los costes de los fletes y generar un rápido aumento de los ingresos gracias a una mayor eficiencia, también contribuirán a crear más puestos de trabajo, serán más respetuosos con el medio ambiente, aumentarían el poder adquisitivo de la población y sentarán las bases para una transformación económica estructural a largo plazo. Todo este desarrollo, también mostrarían un fuerte señal  al mundo de que Guinea Ecuatorial está gestionando de forma sostenible su potencial marítimo.

A medio plazo, las conclusiones del PNUD indican que la diversificación económica podría ampliarse no sólo en el sector marítimo, sino que, de forma más amplia, el país podría adoptar la economía azul centrándose en una serie de oportunidades concretas. La reparación de barcos representa una importante oferta potencial en Guinea Ecuatorial para los transportistas regionales, que podría ser ampliada. La realidad que se percibe al ver ballenas desde el puerto de Malabo subraya el potencial único de biodiversidad y ecoturismo marítimo de Guinea Ecuatorial, y el enorme potencial de desarrollo y conservación de la pesca. Dada la profundidad natural de sus aguas, Guinea Ecuatorial cuenta con unas condiciones ideales para la energía térmica oceánica y los sistemas de climatización en aguas profundas que, por ejemplo, países como Mauricio ya están explotando, así como otras fuentes de energía renovables que podrían acelerar una transición energética verde en el país.

El país también puede explorar cooperaciones con las principales universidades africanas, y no sólo, creando una academia azul de excelencia que incentive la innovación y se convierta en un centro de investigación líder a nivel regional. También facilitaría su desenvolvimiento y liderazgo en campos de actividades medioambientales y económicas relacionadas con la economía azul, como ya están haciendo, por ejemplo, el Centro de Ciencias del Océano de Cabo Verde o el Centro Internacional de Investigación del Atlántico en las islas Azores.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que tuvo lugar en Lisboa (Portugal) en julio de este año, pidió un nuevo capítulo de acción mundial sobre los océanos firmemente anclado en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Todo ello, como una oportunidad clave de desarrollo para todos los países haciendo hincapié en la necesidad de soluciones innovadoras basadas en la ciencia, grandes transformaciones estructurales y una economía sostenible enfocada en los océanos, que implique tecnología verde y usos innovadores de los recursos marinos.

Los mejores precios internacionales actuales del petróleo y el gas están proporcionando por fin a Guinea Ecuatorial algo de oxígeno a su crecimiento económico e ingresos públicos. De hecho, por primera vez desde 2014, en este año la economía del país se aproxima a la reactivación, y el FMI espera ahora un sólido crecimiento del PIB del 5,8% para 2022.

Una nueva bonanza petrolera, aunque de corta duración debido al declive estructural de la industria petrolera y a la transición mundial de la energía verde que se está produciendo, podría desviar la atención de la aceleración hacia la tan esperada diversificación económica nacional, lo que podría perpetuar los ciclos de desequilibrios macroeconómicos. Esto, además, llevaría a una intensificación o prolongación de la producción de combustibles fósiles y pospondría los esfuerzos para reducir las emisiones de CO2, que es una alta prioridad en la agenda internacional de desarrollo y cambio climático.

Por otro lado, el espacio fiscal actual, apalancado además por una fuerte voluntad política y el apoyo de los socios al desarrollo del país, incluido el PNUD y las Naciones Unidas, podría canalizarse hacia las inversiones públicas y las reformas estructurales necesarias para acelerar la implementación de una diversificación económica basada en la economía azul, con especial atención al desarrollo humano, a las personas más vulnerables, al medio ambiente y, en última instancia, a la construcción de un tejido socioeconómico más resistente a futuras crisis.

El momento es ahora o nunca, y la economía futura puede ser, efectivamente, azul para Guinea Ecuatorial. El mar está frente a nosotros, es hora de coger una ola.