Nuestro trabajo

Resiliencia y respuesta al cambio climático

El PNUD a escala internacional y nacional está comprometido con la respuesta al cambio climático y el fortalecimiento de la resiliencia.

En El Salvador, el cambio climático es la crisis que tendrá más impactos intergeneracionales en los próximos cien años y que amenaza los logros en desarrollo humano. Además, el país se caracteriza por una alta vulnerabilidad y los fenómenos naturales son causa recurrente de pérdidas humanas y daños. Los escenarios climáticos futuros apuntan a una mayor intensidad y frecuencia de estos.

El Programa País 2022-2026 del PNUD está enfocado en contribuir a que las instituciones y poblaciones sean más resilientes a los desastres, se adapten mejor ante el cambio climático y mitiguen mejor sus efectos.  Entre otras estrategias, promovemos la gestión integral de riesgos, políticas públicas de la adaptación y mitigación, la planificación territorial y proyectos de infraestructura sostenible y resiliente.

Esta prioridad está en consonancia con el Plan Estratégico global del PNUD, mediante la solución emblemática de aumentar la resiliencia y cerrar la brecha energética.

En detalle

La emergencia climática es uno de los grandes desafíos mundiales y nacionales, que amenaza los logros en desarrollo humano, profundizando las brechas socioeconómicas. Dado que El Salvador presenta una vulnerabilidad excepcional a los cambios climáticos, resulta cada vez más esencial aumentar la resiliencia, la adaptación al clima y la mitigación de sus efectos para evitar una mayor incidencia de la pobreza.

El PNUD es un aliado estratégico para El Salvador en la creación e implementación de estrategias sostenibles que respondan a la emergencia climática con el fin de salvar vidas y medios de subsistencia.

Nuestro Programa País 2022-2026 promueve una estrategia para mejorar la gestión de riesgos, la adaptación al cambio climático y su mitigación si se crean las capacidades necesarias para: implementar políticas públicas que promuevan la adaptación al cambio climático, la mitigación de los gases de efecto invernadero y la gestión integral de los riesgos; llevar a cabo una planificación y ordenación del uso de la tierra conducentes a una gestión integral de los riesgos; y preparar proyectos de infraestructura sostenible y resiliente que incluyan medidas de protección del clima.

De ese modo, contribuiremos a que se incremente la resiliencia de la población —en particular de los jóvenes en situación de riesgo, las mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica, los hogares rurales y los adultos mayores— para enfrentarse al cambio climático y a los desastres naturales. Asimismo, contribuiremos a abordar las brechas de género en el acceso a recursos naturales.

Además, continuaremos apoyando al país brindado asistencia técnica y facilitando espacios de diálogo para el cumplimiento de sus compromisos internacionales, como las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) del Acuerdo de París.

En esta área de trabajo, somos socios estratégicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), del Ministerio de Hacienda, del Consejo Nacional de Energía y de la Secretaría de Comercio e Inversiones. Además, fortalecemos nuestras alianzas con las municipalidades, el sector privado y la sociedad civil.

Nuestra colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente también será fundamental para mitigar los gases de efecto invernadero. También trabajamos de la mano con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el desarrollo de métodos de producción sostenibles e inclusivos.

Algunos resultados obtenidos en años anteriores, con apoyo del PNUD, son:

  • busca expandir la protección de bosque manglar. Las Áreasde ecosistemas con manejo sostenible crecieron aproximadamente 50,000 hectáreas desde 2015.
  • El Consejo Nacional de Energía (CNE) impulsa la transformación de la matriz energética, y la participación de energías renovables paso de 81.6% en 2020 a 84.7% en 2021. Además, promueve medidas de eficiencia energética en el Área Metropolitana de San Salvador.
  • Apoyamos al MARN desde hace más de una década en la implementación del Protocolo de Montreal y continuará contribuyendo en el cumplimiento de la Enmienda de Kigali.