La iniciativa de cuatro años “Apoyo del PNUD-UNDRR al Programa Unión Europea-Caribe Resiliente (EU-CA-RES)” fortalecerá los sistemas de alerta temprana y aumentará las capacidades de recuperación.
PNUD y UNDRR se asocian con la UE para reforzar la resiliencia del Caribe frente a los impactos climáticos y de crisis
22 de Agosto de 2025
Ginebra – La Unión Europea, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) han lanzado una iniciativa de cuatro años respaldada por una subvención de 4 millones de euros de la Unión Europea, en el marco del Programa Unión Europea-Caribe Resiliente (EU-CA-RES). El proyecto apoyará a gobiernos, comunidades y al sector privado para prepararse y recuperarse de desastres.
El EU-CA-RES, liderado por la Unión Europea, con el PNUD, UNDRR, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) como socios implementadores, proporcionará una gama de soluciones para que tanto gobiernos como comunidades puedan resistir estos impactos y fomentará la participación del sector privado en dichos esfuerzos.
El componente liderado por UNDRR apoyará el fortalecimiento de los Sistemas de Alerta Temprana Multiamenaza (MHEWS, por sus siglas en inglés) en Belice, Granada, San Cristóbal y Nieves, y Surinam. Estos sistemas alertan a las personas antes de que ocurran los desastres, dándoles tiempo para prepararse y mantenerse a salvo. El proyecto trabajará con gobiernos locales y comunidades para garantizar que estos sistemas sean inclusivos y accesibles para todos, incluidas mujeres, personas con discapacidad y quienes viven en zonas remotas. La vinculación con el sector privado permitirá mejorar y ampliar el alcance de estos sistemas, fomentando un enfoque colaborativo para construir resiliencia en el Caribe.
Los componentes liderados por el PNUD ayudarán a los países a planificar mejor la recuperación tras los desastres. El PNUD trabajará con los gobiernos de Belice, Jamaica, Granada, y San Vicente y las Granadinas (SVG) para revisar sus prácticas actuales de recuperación, políticas, instituciones y capacidades financieras, a fin de fortalecer su preparación para la recuperación. Esto incluye también la capacitación de funcionarios gubernamentales en la planificación y la promoción de la toma de decisiones basada en datos durante sus esfuerzos de recuperación.
El proyecto apoyará a estos países en el desarrollo de métodos sólidos y exhaustivos para evaluar los impactos macroeconómicos de largo plazo tras un desastre mediante las Evaluaciones de Necesidades Posteriores a Desastres (PDNAs, por sus siglas en inglés). Al aprovechar herramientas digitales y enfoques participativos, estas PDNAs permitirán a los gobiernos comprender plenamente las necesidades de recuperación y acelerar la ayuda a quienes más la necesitan.
Además, comunidades y líderes locales en Belice, Cuba, República Dominicana, Jamaica, Granada y SVG recibirán capacitaciones adaptadas a su contexto para reforzar su preparación para la recuperación, incluyendo métodos de construcción resistentes a desastres para restablecer medios de vida.
Las naciones caribeñas enfrentan múltiples desafíos: poderosos huracanes, inundaciones, sequías, erupciones volcánicas y terremotos. Estas amenazas a menudo se superponen con tensiones sociales y económicas, como los impactos persistentes de la pandemia de COVID-19 y la migración forzada de personas debido a crisis políticas y de gobernanza. En conjunto, afectan significativamente la salud pública, la seguridad alimentaria, los medios de vida y la infraestructura.
El EU-CA-RES tiene un fuerte enfoque en la inclusión. Dará prioridad al género, la discapacidad y el empoderamiento juvenil, asegurando que las comunidades más vulnerables tengan voz. Los intercambios entre pares entre países del Caribe promoverán el aprendizaje mutuo y la difusión de buenas prácticas.
El EU-CA-RES trabajará estrechamente con autoridades nacionales y actores regionales especializados, incluyendo el Banco de Desarrollo del Caribe (CDB), el Banco Mundial, el Mecanismo de Seguro contra Riesgos Catastróficos del Caribe (CCRIF), la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) y la Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por Desastres (CDEMA). El programa también se vinculará con miembros del Consorcio Regional de Sistemas de Alerta Temprana (REWSC), la Red de Cámaras de Comercio del Caribe (CARICHAM), la Agencia Implementadora de la Comunidad del Caribe para Crimen y Seguridad (IMPACS) y el Sistema Regional de Seguridad (RSS) de la Comunidad del Caribe (CARICOM).
“La región del Caribe está en primera línea frente al cambio climático y el riesgo de desastres, enfrentando amenazas que socavan el desarrollo y los medios de vida”, señaló Shoko Noda, Secretaria General Adjunta de la ONU y Directora de la Oficina de Crisis del PNUD. “Nuestra asociación con la UE y UNDRR, así como con UNICEF, PMA y las principales organizaciones intergubernamentales de la región, garantizará que cada comunidad, independientemente de su tamaño, ubicación o circunstancias, pueda prepararse mejor ante impactos, recuperarse con más solidez y continuar prosperando frente a los crecientes desafíos.”
“Nuestra asociación en el marco del Programa Unión Europea-Caribe Resiliente es un paso vital hacia el fortalecimiento de la capacidad del Caribe para anticipar y responder a las amenazas. Al mejorar los sistemas multiamenaza de alerta temprana y fomentar una amplia colaboración, estamos empoderando a las comunidades para estar mejor preparadas, asegurando que todos, en especial los más vulnerables, puedan construir resiliencia duradera frente a futuros impactos”, afirmó Kamal Kishore, Representante Especial del Secretario General de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y Jefe de la UNDRR.
Al integrar los sistemas de alerta temprana con una planificación de recuperación sólida y una gobernanza inclusiva, el programa apoyará el camino del Caribe hacia el desarrollo sostenible y la resiliencia frente a desastres, asegurando que las comunidades puedan prosperar a pesar de los crecientes desafíos.