Discurso del Administrador del PNUD en ocasión de la segunda sesión anual de la Junta Ejecutiva 2025
4 de Junio de 2025
El siguiente discurso se presenta tal y como se preparó para su entrega.
Sr. Presidente, miembros de la Junta Ejecutiva, colegas y amigos:
Estamos reunidos hoy para celebrar el período de sesiones anual de 2025 de la Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) en un momento crucial de la historia del desarrollo, caracterizado por crisis sucesivas y posibilidades sin precedentes.
Este es también mi último período de sesiones de la Junta Ejecutiva como Administrador del PNUD. Concluyo esta trayectoria de ocho años con un profundo sentimiento de gratitud por nuestros logros colectivos encaminados a alcanzar mejores niveles de vida y mayores libertades para las generaciones venideras. Estos logros no habrían sido posibles sin la experiencia y dedicación de un extraordinario grupo de personas. Expreso mi sincero reconocimiento a nuestros Estados Miembros y nuestros socios por su confianza en nuestra labor; a nuestros contribuyentes financieros, cuyas inversiones han impulsado el desarrollo por medio de las iniciativas del PNUD y han fortalecido nuestra integridad institucional; y a nuestros diligentes equipos cuyos miembros consagran día tras día sus vidas profesionales a los extraordinarios objetivos de las Naciones Unidas.
Estoy especialmente agradecido a ustedes, nuestra Junta Ejecutiva, por su inquebrantable apoyo a lo largo de mi mandato. Sus comentarios y orientaciones, los retos que hemos afrontado juntos y los éxitos que hemos compartido han sido inestimables.
También me siento honrado de formar parte de una larga serie de Administradores del PNUD, desde el fallecido Paul Hoffman, elegido hace 60 años para dirigir la entidad de desarrollo de las Naciones Unidas, hasta mi predecesora inmediata, Helen Clark, la primera mujer Administradora del PNUD. Confío en que estoy dejando una organización fuerte y resiliente, preparada para que mi sucesor la dirija en los tiempos turbulentos que se avecinan.
En la actualidad, el PNUD, que está presente en 170 países y territorios, presta apoyo por un valor de casi 5.000 millones de dólares (de los Estados Unidos; a partir de ahora "dólares") al año y cuenta con una red mundial de socios, desde los Estados Miembros hasta el sistema de las Naciones Unidas, instituciones financieras, el sector privado, la sociedad civil, organizaciones benéficas y el mundo académico, sigue siendo la columna vertebral del desarrollo en el sistema de las Naciones Unidas. Al tiempo que las Naciones Unidas conmemoran su 80º aniversario y el PNUD su 60º aniversario, el PNUD – citando a nuestros socios – "ha evolucionado al ritmo de los complejos retos a los que nos enfrentamos". Creado por la decisión de la Asamblea General de fusionar el Programa Ampliado de Asistencia Técnica y el Fondo Especial de las Naciones Unidas para el Desarrollo Económico, nuestro objetivo inicial fue proporcionar capital para el crecimiento económico de las nuevas naciones independientes. En sus comienzos el PNUD también actuó como fondo para los organismos de las Naciones Unidas que invertían en los países en desarrollo. Ya entonces, el Secretario General U Thant reconoció a los representantes residentes del PNUD por su labor en favor del desarrollo económico y la "consolidación de la paz". A lo largo de los años, el PNUD se ha adaptado a las necesidades cambiantes: desde la introducción del paradigma del desarrollo humano, el apoyo a la programación del desarrollo sostenible tras la Cumbre para la Tierra celebrada en Río de Janeiro y la adopción de nuevos enfoques en contextos de crisis, hasta el aprovechamiento de las tecnologías digitales y la inteligencia artificial (IA) para impulsar el desarrollo en la actualidad. Estas iniciativas han mejorado la vida de millones de personas.
Excelencias:
El desarrollo mundial se encuentra en una coyuntura crítica. El crecimiento mundial es "dispar e incierto", en tanto que múltiples crisis y riesgos – desde el aumento de los conflictos hasta el cambio climático – están sumiendo a millones de personas en la pobreza, socavando decenios de inversiones que hemos hecho de forma colectiva en aras del desarrollo sostenible.
Estas perturbaciones coinciden con recortes alarmantes de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) que, según se prevé, disminuirá entre un 9 % y un 17 % entre 2024 y 2025. Una reducción tan drástica de la AOD amenaza los objetivos mundiales de desarrollo, obstaculiza la capacidad de las Naciones Unidas para obtener resultados y erosiona los cimientos de la cooperación multilateral. Nuestro trabajo se ve directamente afectado. Por primera vez, se prevé que la financiación básica del PNUD caerá por debajo del 10 % de las contribuciones totales en 2025, un claro indicador de la disminución de los recursos flexibles y de la creciente dependencia de la financiación para fines específicos. Las perspectivas para 2026 son aún más sombrías, ya que ponen en riesgo el apoyo del PNUD a las prioridades nacionales de desarrollo y menoscaban su integridad operacional.
Con un cambio definitivo en los marcos de asistencia oficial para el desarrollo, mantener el statu quo ya no es factible. Sin embargo, el desarrollo no es un concepto anticuado: es el puente hacia un mundo en el que se reducen las desigualdades, se respetan los límites ambientales y la innovación beneficia a todos los miembros de la sociedad. Solo en un mundo así, empoderado por el desarrollo humano y basado en la seguridad humana, podemos garantizar seguridad y prosperidad para todas las personas. Como dijo acertadamente el Secretario General de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann: "El desarrollo no es beneficencia: es la política de seguridad más inteligente que tenemos".
Estos cambios exigirán que el PNUD continúe su trayectoria de evolución. En mi propia trayectoria en el PNUD, he visto cómo la organización se ha adaptado a las posibilidades de cambio y ha crecido con estas. No me cabe duda de que con su apoyo y el de sus socios, el PNUD seguirá cumpliendo con éxito su mandato, ayudando a los países a erradicar la pobreza, invertir en sociedades resilientes y transformar sus economías para aprovechar las oportunidades sin precedentes del siglo XXI.
El arco de transformación
Cuando asumí el liderazgo en 2017, la organización se enfrentaba a tres retos:
- En primer lugar, hacer frente a los continuos problemas de financiación del PNUD, ya que los recursos básicos se habían reducido casi a la mitad, de unos 1.100 millones de dólares en 2007 a 612 millones de dólares en 2017, había un desequilibrio cada vez mayor entre los recursos básicos y los complementarios y una base de financiación limitada que restringía nuestra flexibilidad institucional e independencia estratégica.
- En segundo lugar, lograr que el PNUD esté "preparado para la reforma", con un enfoque renovado en las prioridades de desarrollo, de conformidad con la resolución 72/279 de la Asamblea General para el nuevo posicionamiento del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo (SNUD).
- En tercer lugar, revitalizar el enfoque de programación del PNUD, reduciendo los proyectos fragmentados y consolidando las inversiones mediante ofertas políticas más coherentes y orientadas al futuro.
Aunque todavía hay dificultades, hemos convertido estos y otros retos en oportunidades.
¿Cómo cambiamos de orientación?
Para comenzar, nos estabilizamos ampliando y diversificando nuestra base de financiación e invirtiendo en "prepararnos para la reforma". No se trataba solo de adaptarnos, sino de redefinir nuestro papel como pilar de las Naciones Unidas para el desarrollo. Luego, repensamos el desarrollo invirtiendo en "preparación para el futuro". El #FutureSmartUNDP no consistía en seguir las tendencias, sino en anticiparse a ellas.
Los resultados fueron transformadores.
- La ejecución de programas aumentó hasta alcanzar los 4.800 millones de dólares en 2024. Esta cifra refleja un verdadero impacto: millones de vidas mejoradas, miles de millones de dólares movilizados en financiación sostenible, alianzas innovadoras catalizadas y sistemas económicos y de gobernanza transformados. Nos fijamos ambiciosas metas (moonshots) para lograr resultados transformadores en gran escala. Juntos, hemos hecho avances considerables. Con una amplia gama de socios, el PNUD ha contribuido a aumentar el acceso a servicios esenciales para 160 millones de personas, servicios financieros para otros 259 millones, energía limpia para 82 millones más y empleos y medios de subsistencia para 2,6 millones en 46 países afectados por crisis. Hemos apoyado a 816 millones de votantes empadronados para que participen en 57 elecciones en 43 países y movilizado otros 50.000 millones de dólares para la gobernanza en que participaron más de 4.000 socios. Para ayudar a los países a abordar uno de sus mayores retos, contribuimos a promover 867.000 millones de dólares de inversión en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El 73 % de las inversiones del PNUD en programación fomentó la igualdad de género.
- Nuestra programación tiene como firme objetivo no dejar a nadie atrás. En 2024, el 80 % de la financiación básica de programas del PNUD se destinó a los países menos adelantados (PMA), en que las necesidades de desarrollo son mayores, y el 50 % del gasto se dirigió a 61 contextos frágiles.
- Las contribuciones básicas desbloquearon recursos adicionales y diversificamos nuestra financiación. En 2024, por cada dólar de financiación básica, el PNUD movilizó 7 dólares en inversiones adicionales. Diversificamos nuestra base de financiación, ya que el 60 % de las contribuciones del PNUD proceden ahora de países en que se ejecutan programas y de socios multilaterales. Quisiera expresar mi reconocimiento a los 40 Estados Miembros que aportaron recursos básicos al PNUD en 2024, en particular a los 15 principales contribuyentes (Alemania, Estados Unidos, Japón, Suiza, Noruega, Países Bajos (Reino de los), Suecia, Canadá, Dinamarca, República de Corea, Qatar, Reino Unido, Francia, Bélgica y Australia), y a los 14 países en que se ejecutan programas, encabezados por la India, China, la Arabia Saudita y Türkiye. También me gustaría expresar mi reconocimiento a los 94 países en que se ejecutan programas que invirtieron 1.200 millones de dólares de sus propios recursos a través de los programas del PNUD en sus países.
- Aumentamos la eficiencia, con 92 centavos por dólar gastado ahora en programas de desarrollo a lo largo del actual Plan Estratégico, frente a los 88 centavos de 2018.
Excelencias:
Se exige al sistema de las Naciones Unidas que actúe con mayor eficiencia, sentido de colaboración e impacto. El PNUD ha respondido a este llamamiento en su calidad de columna vertebral operacional de las Naciones Unidas.
Nuestra infraestructura operacional apoya desde hace mucho tiempo la capacidad del sistema de las Naciones Unidas en su conjunto para funcionar de forma cohesionada y eficaz en función de los costos. Como señaló la Junta de Auditores de las Naciones Unidas, el establecimiento de una función empoderada de Coordinador Residente no habría sido posible sin el PNUD como "columna vertebral". Para garantizar que esa función fuera operacional, en enero de 2019 el PNUD adoptó 4.000 medidas jurídicas, financieras y administrativas en 131 países. Durante los tres años siguientes, el PNUD actuó como principal proveedor de servicios operacionales para la nueva función de Coordinador Residente, administrando 204 millones de dólares en su primer año. Desde 2018, la contribución acumulada del PNUD en concepto de participación en los gastos al sistema de Coordinadores Residentes ascenderá a casi 80 millones de dólares (con cargo a los recursos básicos), además de la tasa de coordinación del 1 %, que asciende a más de 42 millones de dólares (con cargo a los recursos complementarios).
En la actualidad, el PNUD sigue mejorando y ampliando sus servicios al sistema de las Naciones Unidas. En 2024, el PNUD prestó servicios de apoyo a más de 70 entidades de las Naciones Unidas. Mediante la gestión de servicios comunes en 113 equipos de las Naciones Unidas en los países, contribuimos a generar 46 millones de dólares en ahorros para 40 organismos de las Naciones Unidas, incluidos 37,5 millones de dólares gracias a la racionalización de los servicios administrativos. Por conducto del modelo de servicios auxiliares comunes, el PNUD ofrece ahora más de 70 líneas de servicios a 15 organismos de las Naciones Unidas reduciendo la duplicación, mejorando la eficiencia y alcanzando una tasa de satisfacción de los clientes del 95 %.
Hoy, con una organización resiliente y el borrador de nuestro próximo Plan Estratégico en sus manos, el PNUD está bien posicionado para continuar su misión: erradicar la pobreza, aprovechando la promesa de la era digital.
Cuatro principios clave han orientado nuestra trayectoria durante tiempos turbulentos.
- En primer lugar, valor para invertir y experimentar con nuestros socios. Identificamos fronteras de desarrollo emergentes mediante consultas y previsión estratégica, invirtiendo en financiación para el desarrollo, innovación y transformación digital como facilitadores del Plan Estratégico. Esto catalizó nuevas alianzas con entidades benéficas, el sector privado y organizaciones como la Fundación Gates y la Organización Internacional de Normalización (ISO).
- En segundo lugar, adopción de nuevos enfoques de programación. Pasamos de proyectos aislados a centros interconectados a nivel mundial, aprovechando las fortalezas colectivas del PNUD y la revolución digital. Este enfoque dio lugar a nuevas soluciones impulsadas por políticas, incluida nuestra oferta para situaciones de crisis, que sitúa al PNUD en la primera línea de la respuesta a las crisis y la creación de resiliencia en todos nuestros programas nacionales de mayor envergadura, y nuestra oferta para los pequeños Estados insulares en desarrollo, que se ajusta plenamente a las 10 prioridades adoptadas en la Agenda de Antigua y Barbuda para los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) de la 4ª Conferencia Internacional sobre los PEID.
- En tercer lugar, el compromiso de construir una institución pública ágil del siglo XXI. Transformamos nuestra infraestructura digital por medio de iniciativas como el sistema de planificación de los recursos institucionales Quantum, utilizado ahora por 10 organismos de las Naciones Unidas y 40.000 funcionarios de todo el mundo, permitiendo la automatización, la optimización de costos y una mejor prestación de servicios.
- En cuarto lugar, confianza en el valor singular del PNUD. Aprovechamos nuestro mandato de desarrollo multidimensional y nuestra red mundial de expertos que conecta el contexto local con el mundial para ayudar a los países a aplicar acuerdos intergubernamentales y contribuir de manera significativa a foros intergubernamentales como el Grupo de los Siete (G7), el Grupo de los 20 (G20) y el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico.
Este viaje transformador me permitió aprender una verdad perdurable: el PNUD y sus socios no renunciarán a obtener resultados para los países y las personas a los que servimos. Durante mi mandato, la evolución del PNUD se centró en las dos esferas siguientes.
Profundizar nuestra función integradora e invertir en nuestra preparación para el futuro
Una gestión financiera prudente durante 2017-2018 y una revisión temprana del modelo institucional del PNUD sentaron las bases para el progreso futuro. En 2020 reestructuramos las reservas, diversificamos la financiación y creamos espacio fiscal para mejorar la "función integradora" del PNUD y su preparación para el futuro. La evolución de los Planes Estratégicos a lo largo de mi mandato, incluido el borrador que tienen ante ustedes, refleja este compromiso.
Impulsar la integración de los ODS
En apoyo de las prioridades nacionales de desarrollo, el PNUD promueve enfoques y soluciones de desarrollo integrados, trabajando en estrecha colaboración con todos los Coordinadores Residentes de las Naciones Unidas y los equipos de las Naciones Unidas en los países a través de los Marcos de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, mientras que casi el 80 % de los resultados de los programas del PNUD en los países integran dos o más soluciones emblemáticas y facilitadores. Nuestra iniciativa "SDG Push", que está plenamente incorporada en los Marcos de Cooperación y en las orientaciones del análisis común sobre el país, ofrece datos y diagnósticos para ayudar a los socios a establecer tendencias y prioridades en más de 100 países.
La iniciativa Climate Promise 2025, que se basa en la iniciativa Climate Promise 2019 del PNUD, ahora coordina el apoyo conjunto de 30 organismos de las Naciones Unidas y ayuda a más de 90 países a elevar sus ambiciones climáticas al preparar su tercera ronda de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). Nuestra labor relativa a las NDC se integra con nuestra iniciativa Nature Pledge, que apoya las estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad, para ampliar simultáneamente los resultados en materia de clima y biodiversidad. Este enfoque holístico, aplicado en estrecha asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención Marco sobre el Cambio Climático, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Fondo Verde para el Clima, promueve la cartera del PNUD de apoyo a la energía, la adaptación, la naturaleza y la resiliencia, cuyo valor ascendía a 2.370 millones de dólares en 2024. Las investigaciones del PNUD, realizadas en colaboración con la OCDE y Alemania, también demuestran que la actualización de las NDC de 2025 representa una oportunidad estratégica para ajustar la ambición climática con el crecimiento económico y el desarrollo.
Hemos fortalecido las soluciones integradas y la colaboración interinstitucional de las Naciones Unidas en situaciones de crisis demostrando que las inversiones en el ámbito del desarrollo durante crisis son indispensables para mitigar la presión sobre la financiación humanitaria y romper el ciclo de dependencia de la ayuda y la fragilidad. De este modo, hemos disipado la idea errónea de que la asistencia para el desarrollo debe pasar a segundo plano cuando se produce una crisis.
Por ejemplo, el enfoque de estabilización del PNUD, implementado en alianza con los Estados Unidos, Alemania, el Reino de los Países Bajos, la Unión Europea (UE), Noruega y otros, allana el camino para la labor de consolidación de la paz y recuperación de otras entidades de las Naciones Unidas y de las instituciones financieras internacionales. Desde 2015, se han ejecutado programas de estabilización del PNUD por valor de 2.100 millones de dólares, que han beneficiado a casi 17 millones de personas en el Iraq, la cuenca del lago Chad, Mozambique y otros países, y han permitido que más de 6 millones de personas regresen a sus hogares. En algunos de los entornos más difíciles y complejos del mundo, como el Afganistán, Haití, Myanmar, Ucrania, el Yemen, Gaza y otros lugares, el PNUD ha permanecido y ha cumplido su cometido. En colaboración con socios como la Arabia Saudita, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Mundial, el Japón, Kuwait, Noruega, Suiza, la Unión Europea, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones comunitarias, hemos salvaguardado servicios esenciales, protegido medios de vida y ayudado a preservar sistemas nacionales y locales. Nuestra labor en materia de prevención de crisis, anticipación de riesgos y recuperación temprana protege los logros en materia de desarrollo que tanto ha costado alcanzar. Por ejemplo, el Panel de Riesgo de Crisis del PNUD agrupa diversos indicadores en una única plataforma que se utiliza en más de 30 países. Esto permite que los Gobiernos, las entidades de las Naciones Unidas y otros analistas controlen las señales relacionadas con los precios de los alimentos, la violencia religiosa, el discurso de odio y las tendencias socioeconómicas, y adopten medidas preventivas. El próximo informe del PNUD sobre el desarrollo en riesgo, “Development at Risk", se basa en esta labor y analiza el impacto de los riesgos complejos y la creciente incertidumbre, así como sus repercusiones para las políticas y la acción pública.
Excelencias:
Una organización que no evoluciona con los tiempos está destinada a perder relevancia. Junto con mi equipo directivo, hemos tratado de dotar al PNUD de un espíritu innovador para transformar nuestra forma de pensar, invertir, gestionar y ejecutar programas. Esta orientación hacia el futuro se plasmó en el Plan Estratégico 2022-2025, que identifica la financiación para el desarrollo, la innovación estratégica y la digitalización como nuestros facilitadores globales. Estas inversiones selectivas han dado resultados sustanciales.
Financiación para el desarrollo
En un panorama mundial caracterizado por el aumento de las brechas fiscales y las crecientes necesidades de desarrollo, el PNUD invirtió 10,3 millones de dólares de recursos básicos para crear el Centro de Finanzas Sostenibles, que, junto con sus socios, ha promovido más de 867.000 millones de dólares en inversiones públicas y privadas en los ODS desde 2022. A través del Centro, el PNUD:
- Ha sido uno de los creadores de los marcos nacionales de financiación integrados junto con la UE y más de 20 organismos en 86 países. Desde 2021, los marcos han movilizado 16.000 millones de dólares en nueva financiación y han alineado otros 32.000 millones de dólares con los ODS;
- Haprestado apoyo a los Gobiernos en las revisiones presupuestarias nacionales y en los instrumentos de deuda sostenible que han alineado 430.000 millones de dólares con el desarrollo sostenible y han ayudado a recaudar 31.000 millones de dólares mediante la emisión de deuda temática. Por ejemplo, los Bonos ODS de México volvieron al mercado en 2021 con una oferta de 1.380 millones de dólares, mientras que el Nuevo Banco de Desarrollo emitió un bono vinculado a los ODS por 750 millones de dólares, con el apoyo del PNUD;
- Ha aumentado la movilización de recursos nacionales a través de la iniciativa conjunta de la OCDE y el PNUD Inspectores Fiscales Sin Fronteras, que ha aportado 2.300 millones de dólares en ingresos fiscales adicionales a los países en desarrollo desde 2015;
- Ha promovido la alineación de 380.000 millones de dólares de capital privado con los ODS, entre otras cosas mediante alianzas con inversores institucionales y privados, bancos de desarrollo privados y nacionales y centros financieros; y ha prestado servicios de asesoramiento y capacitación a más de 150 organizaciones del sector privado sobre prácticas de gestión alineadas con los ODS.
Obtenemos resultados en los que los socios pueden participar con inversiones conjuntas. El PNUD acoge varias iniciativas, entre ellas la Alianza Better than Cash, los Centros Financieros para la Sostenibilidad (que representan alrededor del 80 % del mercado mundial de valores) y el Foro de Seguros Sostenibles (cuyos miembros regulan el 92 % del mercado mundial de seguros). Sobre la base de la trayectoria del Centro de Finanzas Sostenibles, el PNUD ha creado una nueva Oficina de Proyectos para las Finanzas Sostenibles en Dublín, gracias a una inversión de 7,5 millones de euros del Gobierno de Irlanda.
Innovación
Al aprovechar estratégicamente la financiación básica, el PNUD ha creado un espacio para experimentar, aprender y ampliar nuevos enfoques con el fin de ayudar a los países a afrontar los retos del desarrollo del siglo XXI.
- Nuestros Laboratorios de Aceleración, la red de aprendizaje sobre desarrollo sostenible más grande y rápida del mundo, han recopilado más de 6.000 soluciones para el desarrollo en 115 países. Alrededor del 70 % de estos experimentos se han ampliado, lo que supone una notable tasa de éxito de 2 de cada 3. Aproximadamente la mitad de los socios de los Laboratorios provienen del sector privado. Por ejemplo, en Ghana y Nigeria los Laboratorios de Aceleración impulsaron una alianza de 25 millones de dólares con la Fundación Mastercard para apoyar a 10.000 jóvenes innovadores en materia de ODS.
- Nuestra iniciativa "Timbuktoo" tiene como objetivo ampliar el ecosistema de innovación de África mediante el apoyo a 10.000 nuevas empresas tecnológicas. En 2024, creó centros de innovación y módulos universitarios satélite en 13 países africanos.
- Desde 2017, Youth Connekt Africa ha empoderado a más de 12 millones de jóvenes, dándoles acceso a modelos a seguir, compañeros, recursos, tecnologías y competencias, mientras que en Asia y el Pacífico, Youth Co:Lab, una alianza entre el PNUD y la Fundación Citi, ha liberado el dinamismo de 28.000 jóvenes emprendedores sociales mediante el apoyo a innovaciones que promueven los ODS.
La innovación estratégica, catalizada en una alianza con Dinamarca, ha impulsado el enfoque de cartera del PNUD, una nueva forma de planificar, alinear y gestionar proyectos. Más de 70 oficinas en los países lo han adoptado, y los socios han invertido cerca de 500 millones de dólares en esta labor durante los últimos años. Una alianza entre la UE y el PNUD (con una inversión de 50 millones de dólares hasta la fecha) utiliza el enfoque de cartera para conectar a municipios, innovadores y empresas con el fin de transformar el desarrollo urbano en ciudades de Europa, la Comunidad de Estados Independientes y Asia y el Pacífico.
Transformación digital
El PNUD puso en marcha su primera Estrategia Digital en 2019. Esta evolucionó mediante la Estrategia de Datos (2021) y la Estrategia Digital (2022-2025). La nueva iniciativa AI Sprint (impulso de la IA) del PNUD, puesta en marcha en 2025, lleva esto aún más lejos al integrar la gobernanza y la alfabetización en materia de IA en todas nuestras operaciones.
En la actualidad, la innovación digital está integrada en toda la organización. Gracias a nuestro enfoque "digital por defecto", los resultados digitales se han convertido en un elemento estándar a tener en cuenta en el diseño y la ejecución de los programas. El 70 % de todos los proyectos del PNUD incluyen ahora un componente digital y ya se han implementado más de 90 aplicaciones de IA.
Esta transformación interna se ha traducido en poderosos resultados externos.
- En 2024, el PNUD prestó apoyo a 70 países en el diseño de estrategias digitales nacionales y la implementación de soluciones digitales que beneficiaron a más de 200 millones de personas. Por ejemplo, una pequeña iniciativa financiada con recursos básicos en Mauricio (tan solo 25.000 dólares) permitió crear un sistema de salud electrónica de 4,4 millones de dólares, trasformando así la atención sanitaria nacional.
- Nuestras evaluaciones de la preparación digital en más de 40 países sentaron las bases para una reforma a gran escala de la administración pública, que en Trinidad y Tabago se convirtió en una estrategia nacional que garantizó una inversión pública de 8,2 millones de dólares.
- El PNUD se ha convertido en líder en el apoyo a la infraestructura pública digital, actuando como asociado en materia de conocimientos para la presidencia de la India del G20 en 2023 y poniendo en marcha, junto con la Oficina de las Naciones Unidas de Tecnologías Digitales y Emergentes, un marco universal sobre salvaguardias relativas a la infraestructura pública digital.
- Junto con Italia, que ejerció la Presidencia del G7 el año pasado, hemos puesto en marcha recientemente el Centro de IA para el Desarrollo Sostenible con el fin de apoyar la innovación del sector privado en África para que la IA sea más accesible e inclusiva.
- Mediante una alianza con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), a través de ODS Digital, hemos ampliado los esfuerzos digitales a nivel mundial, inspirando compromisos por más de 1.000 millones de dólares de las partes interesadas para impulsar el desarrollo digital.
Sobre la base de los principios que han guiado nuestra trayectoria y nuestras inversiones, la labor del PNUD en materia de innovación, tecnología digital e IA se ha integrado ahora en un nuevo centro de políticas que mejorará significativamente el impacto de nuestro apoyo a los países socios y aumentará la eficiencia operacional del PNUD.
Un facilitador del sistema de las Naciones Unidas
El PNUD siguió invirtiendo en el éxito del sistema de las Naciones Unidas a través de las entidades que acogemos. Proporcionamos la plataforma institucional y, desde 2018, hemos destinado más de 115 millones de dólares de nuestros recursos básicos a entidades de las Naciones Unidas que prestan servicios a todo el sistema.
- Voluntarios de las Naciones Unidas: tan solo el año pasado, más de 14.000 voluntarios de las Naciones Unidas contribuyeron a los mandatos de 59 entidades de las Naciones Unidas en 169 países. Esto incluye a casi 3.000 voluntarios en países con misiones políticas y de mantenimiento de la paz de la Organización, donde actuaron en la primera línea de respuesta en la intersección de la paz, el desarrollo y la acción humanitaria
- Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización (FNUDC): el Fondo sigue poniendo su singular mandato en materia de capital al servicio del sistema de las Naciones Unidas para desbloquear financiación, especialmente en los PMA. Por ejemplo, el FNUDC ha proporcionado apoyo integral para la emisión del Bono Verde Tanga en la República Unida de Tanzanía, que recaudó aproximadamente 20,8 millones de dólares en moneda local para financiar la ampliación de la infraestructura de agua no contaminada de la ciudad. Se trata del primer bono verde subnacional de Tanzanía y uno de los primeros de este tipo en África Subsahariana.
- Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur: la Oficina apoya los esfuerzos de los países en desarrollo para colaborar mediante la cooperación Sur-Sur y triangular. Durante el último decenio, el Fondo de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, el Fondo de la India, el Brasil y Sudáfrica para el Alivio de la Pobreza y el Hambre, el Fondo de Asociación entre la India y las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo Fiduciario Pérez-Guerrero para la Cooperación Sur-Sur del Grupo de los 77 (G77) apoyaron 140 proyectos en 120 países, ejecutados por conducto de 23 entidades de las Naciones Unidas, en ámbitos como el clima, la seguridad alimentaria, la salud, la educación y la infraestructura.
- Oficina de los Fondos Fiduciarios de Socios Múltiples: la Oficina, creada y acogida por el PNUD como un servicio al sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, sigue siendo el centro de conocimientos especializados sobre los mecanismos interinstitucionales de financiación mancomunada. En los últimos dos decenios, ha gestionado una cartera acumulada de 20.000 millones de dólares, con desembolsos anuales de 1.000 millones de dólares para programas de desarrollo, humanitarios, de paz y de transición, así como programas relativos al clima.
Invertir en la obtención de resultados con los más altos niveles de transparencia y rendición de cuentas
En el PNUD, la obtención de resultados de manera eficiente, transparente y con rendición de cuentas no se limita al cumplimiento; se trata también de obtener resultados transformadores con integridad, incluso en contextos de alto riesgo.
- Transparencia: en 2024, el PNUD fue reconocido como el segundo organismo más transparente de las Naciones Unidas en el Índice de Transparencia de la Ayuda. Nuestro portal de transparencia permite el seguimiento en tiempo real de más de 4.000 proyectos.
- Rendición de cuentas: durante 19 años consecutivos, el PNUD ha recibido opiniones de auditoría sin reservas de la Junta de Auditores de las Naciones Unidas, lo que refleja un sólido entorno de control financiero. En 2024, el 89 % de los proyectos también recibió resultados de auditoría sin reservas, lo que supone un aumento considerable con respecto al 75 % registrado en 2023.
- Supervisión basada en los resultados: la puesta en marcha en 2025 de la aplicación del desempeño del PNUD introdujo un sistema en tiempo real para el seguimiento de los progresos en cinco dimensiones básicas -impacto, rendición de cuentas, eficiencia, valores y personas-, proporcionando a los administradores los datos necesarios para tomar decisiones oportunas y basadas en datos empíricos.
- Gestión del riesgo: el PNUD mantiene una política de tolerancia cero con respecto al fraude, la corrupción y la conducta indebida. En 2024, este compromiso se reforzó con el nombramiento del Oficial Jefe de Gestión de Riesgos a nivel de Secretario General Adjunto. Un nuevo Módulo Integrado de Riesgos permite identificar y mitigar los riesgos de forma proactiva en todas nuestras operaciones.
- Ética e integridad: el compromiso con la Oficina de Ética aumentó significativamente en 2024, con 8.400 participaciones en sesiones, un incremento del 31 % respecto del año anterior. La formación selectiva sobre prevención de la explotación, el abuso y el acoso sexuales llegó a 4.000 funcionarios, mientras que la iniciativa Cultura de Denuncia -a prueba en 12 oficinas- está propiciando lugares de trabajo más seguros y éticos, donde todas los voces están empoderadas y son escuchadas.
Con nuestra estrategia People For 2030, ahora en su tercera fase, nos aseguramos de que la organización cuenta con las capacidades y el personal adecuados para obtener resultados con impacto, transparencia y rendición de cuentas.
Mantenerse a la vanguardia
Como resultado de todas nuestras inversiones colectivas, el PNUD ha sido reconocido como líder en cinco categorías de la evaluación del sistema de las Naciones Unidas de ONU 2.0, con respecto a otras 51 entidades. Esto nos sitúa a la vanguardia al momento de preparar nuestro próximo Plan Estratégico.
Hemos compartido con ustedes el borrador del Plan Estratégico 2026-2029 y agradecemos profundamente las observaciones constructivas recibidas. La misión general del Plan Estratégico es promover el desarrollo humano reduciendo al mismo tiempo las presiones planetarias.
El Plan está diseñado en torno a un menor número de resultados más integrados, centrándose claramente en lo que los datos demuestran que el PNUD hace mejor: lograr cambios a nivel de los sistemas mediante soluciones integradas impulsadas por las prioridades nacionales. Esta evidencia proviene de consultas sin precedentes en el diseño del Plan Estratégico, una revisión independiente de nuestro modelo institucional y una encuesta mundial de 11.000 socios para el desarrollo en 147 países.
El marco del borrador del Plan Estratégico incluye cuatro objetivos integrados: prosperidad para todas las personas, gobernanza eficaz, planeta sano y resiliencia ante las crisis. Estos objetivos son impulsados por tres aceleradores: transformación digital y de la IA, igualdad de género y finanzas sostenibles. Alcanzamos los máximos resultados cuando combinamos diferentes partes del rompecabezas, por ejemplo, utilizando servicios financieros digitales y plataformas de acceso a los mercados para aumentar los ingresos de las mujeres o desplegando soluciones de energía renovable para mejorar la prestación de atención de la salud.
Excelencias:
Reconocemos que vivimos en una época de profunda incertidumbre, marcada por la agitación geopolítica y graves restricciones en la financiación para el desarrollo. Afrontamos el futuro con realismo. Nuestra respuesta a los crecientes retos de financiación combina medidas de austeridad a corto plazo con acciones a mediano plazo para garantizar la resiliencia financiera de la organización.
Nuestra estrategia comenzó hace ya hace un año con la revisión del modelo institucional, destinada a mejorar la forma en que el PNUD crea, financia y aporta valor. La aplicación del plan de acción de la revisión, con acciones específicas inmediatas y a mediano plazo para seguir mejorando el modelo de financiación y la eficiencia operacional del PNUD, ya está en marcha. El paso siguiente, que comenzó a implementarse a comienzos de 2025, consiste en una serie de medidas inmediatas de austeridad para reducir los gastos operacionales, optimizar el uso de los recursos y mejorar nuestros esfuerzos de movilización de recursos mediante decisiones estratégicas para anular parcialmente las reducciones de las oficinas de supervisión y las entidades acogidas.
Sin embargo, aunque estas medidas de austeridad y de reducción presupuestaria permitirán a la organización gestionar el déficit financiero previsto para 2025, las perspectivas de las contribuciones a los recursos básicos del PNUD para 2026 han empeorado considerablemente. Dada la magnitud de los ajustes necesarios previstos, es esencial adoptar medidas adicionales con una planificación proactiva y decisiones estratégicas tempranas para salvaguardar el futuro del PNUD y su misión. Mediante la tercera fase en curso, la dirección superior del PNUD acordó principios y medidas clave en cuatro esferas -aumento de la eficiencia, reducción de los costos, generación de ingresos e inversiones estratégicas- tanto para producir ahorros en el ciclo presupuestario de 2026 como para garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo de la organización. También seguiremos modernizando nuestros procesos institucionales, redoblaremos los esfuerzos por diversificar y ampliar nuestra financiación, y ampliaremos los servicios operacionales de calidad que prestamos al sistema de las Naciones Unidas.
El borrador del Plan Estratégico del PNUD refleja esta estrategia y el compromiso permanente del PNUD con la eficiencia y la eficacia, obteniendo el máximo valor por cada dólar invertido.
Los invito a responder las siguientes tres preguntas clave cuando revisen el borrador del Plan:
- ¿Tiene en cuenta el Plan las incertidumbres y los riesgos del panorama actual?
- ¿Se ajusta a la evolución de las prioridades de desarrollo de los países, aprovechando al mismo tiempo las ventajas singulares del PNUD como plataforma multilateral de confianza?
- ¿Es suficientemente adaptable para hacer frente a los diversos escenarios futuros que podemos encontrar, incluido el aumento de los problemas de financiación?
Esperamos que confíen en que el Plan Estratégico cumple estos parámetros de referencia fundamentales. Su éxito depende de nuestro compromiso colectivo -una auténtica alianza entre los Estados Miembros y el PNUD- para hacer realidad esta ambiciosa visión.
El camino por delante: repensar el desarrollo y el papel del PNUD en el siglo XXI
Excelencias:
Los logros del PNUD son un testimonio de la continua relevancia e importancia del multilateralismo. El desarrollo no es paternalismo poscolonial; es la drástica reducción de la pobreza extrema, la disminución a la mitad de la tasa de mortalidad de niños de entre 1 y 5 años con respecto a 2000 y la baja del 89 % de los costos de la energía renovable con respecto a 2010. No se trata de meras estadísticas, sino de transformaciones en la dignidad humana.
Aunque el mundo ha evolucionado enormemente desde 1945, las Naciones Unidas siguen siendo esenciales como plataforma en la que las naciones -pequeñas y grandes- resuelven retos comunes a pesar de tener intereses dispares. Así lo han demostrado recientemente el marco de emisiones netas nulas de la Organización Marítima Internacional, aprobado por 109 Estados miembros, y la aprobación por la Asamblea Mundial de la Salud del primer Acuerdo de la OMS sobre Pandemias.
Sin embargo, nuestra labor se enfrenta a retos sin precedentes. Los principios de solidaridad mundial en el desarrollo están siendo socavados por reducciones en la financiación precisamente cuando el papel de las Naciones Unidas es más crítico.
"Es esencial que un sistema organizativo tan complejo y crucial como las Naciones Unidas se someta a un escrutinio riguroso y periódico a fin de evaluar su idoneidad para cumplir sus objetivos con eficacia".
Como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, nuestro complejo sistema organizativo requiere un examen periódico para garantizar su eficacia. La Iniciativa ONU80 del Secretario General tiene por objeto repensar las Naciones Unidas para el siglo XXI. El PNUD está plenamente comprometido a proporcionar liderazgo en materia de desarrollo en el marco del replanteo del multilateralismo de la Iniciativa ONU80.
Excelencias:
Mientras que el siglo XX pedía al desarrollo que reparara las fracturas, el siglo XXI exige que las evitemos. De vez en cuando surge un momento crucial en el que lo audaz se vuelve posible. Estamos en uno de esos momentos, en el que ustedes, como Estados Miembros, tienen la oportunidad de forjar el futuro y convertirse en artífices de la historia.
Si bien gran parte de mi intervención de hoy se ha centrado en el PNUD -en la forma en que, junto con nuestros socios, creamos, financiamos y aportamos valor-, el PNUD es una parte integrante de las Naciones Unidas, y su propuesta de valor representa un activo para todo el sistema de las Naciones Unidas.
Aunque corresponderá a mi sucesor o sucesora y a su equipo dirigir la evolución del PNUD en estos tiempos dinámicos, permítanme terminar volviendo al concepto de desarrollo humano. Propongo que reconsideremos el desarrollo humano, no como algo que compite con la seguridad nacional, sino potenciándolo mediante una cooperación internacional que aborde las causas profundas de la inseguridad: la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y la injusticia. Las generaciones futuras no nos juzgarán por nuestros planes, sino por nuestro coraje.
Paso la batuta a mi sucesor o sucesora con la seguridad de que hará honor al legado de 60 años del PNUD. Les agradezco profundamente su inquebrantable apoyo.