Declaración del Administrador del PNUD en ocasión del Día de los Derechos Humanos 2023

10 de Diciembre de 2023

En la actualidad, las guerras devastan grandes extensiones del mundo y nos enfrentamos al mayor número de conflictos (en inglés) desde 1945. Algunas de las peores violaciones de los derechos humanos se producen durante las guerras y los conflictos, incluido el flagelo de la violencia de género contra mujeres y niñas. Al mismo tiempo, algunas de las personas más pobres y marginadas se están llevando la peor parte de una emergencia climática que se está intensificando, afectando a los derechos de las personas, incluido el de vivir con seguridad: desde sequías e inundaciones que provocan la pérdida de cosechas y hambre, hasta el desplazamiento forzado de las personas a causa de la destrucción de sus hogares o sus medios de vida. Al conmemorar en 2023 el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, puede parecer que hay pocos motivos de celebración a primera vista. Sin embargo, esa Declaración -y los más de 70 tratados de derechos humanos derivados de ella-siguen siendo la mejor herramienta de nuestro mundo para prevenir conflictos, al tiempo que proporcionan ahora la plataforma para impulsar nuevas y audaces medidas para hacer frente al cambio climático, la mayor amenaza para los derechos humanos.

El compromiso mundial con el desarrollo sostenible enunciado en la Agenda 2030, centrado en no dejar a nadie atrás, es un programa basado en los derechos. Lo cierto es que un mundo justo y pacífico se construye sobre la base del respeto de los derechos y la dignidad de todas las personas. Promover la letra y el espíritu de la Declaración Universal de Derechos Humanos ha contribuido a mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo. Por ejemplo, tan solo en 2022, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) prestó apoyo a 104 países para respetar, proteger y hacer efectivos los derechos humanos, incluida la asistencia a 17 países para abordar la violencia sexual y de género o la violencia sexual relacionada con los conflictos. En colaboración con la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y las instituciones nacionales de derechos humanos, el PNUD también apoya a los defensores de los derechos humanos para garantizar que puedan llevar a cabo su vital labor. Por medio de iniciativas como nuestra Iniciativa Climate Promise, el PNUD garantiza que grupos fundamentales como los jóvenes y las mujeres puedan opinar sobre la forma que asumirá su futuro. El PNUD también ayuda a los países a garantizar el cumplimiento de las obligaciones existentes en materia de derechos humanos y a extender las fronteras, incluido el uso de nuevas tecnologías para mejorar la prestación de servicios públicos que también salvaguardan y promueven los derechos humanos.

Para que los derechos humanos prosperen, todas las personas y todas las entidades tienen la obligación implícita de impulsar la Declaración Universal de Derechos Humanos. Con este cometido, el PNUD se suma al apoyo a nuestros asociados de las Naciones Unidas y a los Estados Miembros al asumir compromisos significativos en el marco de la iniciativa Derechos Humanos 75. En primer lugar, para 2030 nos comprometemos a apoyar a los Estados Miembros para hacer efectivo el derecho de toda persona a vivir en un ambiente limpio, saludable y sostenible en 100 países. En un mundo que se enfrenta a las consecuencias crecientes del cambio climático y a la continua destrucción de nuestro mundo natural, esto empoderará a las comunidades mediante nuevas herramientas para proteger los derechos tanto de la humanidad como de la Tierra. En segundo lugar, nos comprometemos a apoyar a los Estados Miembros para que integren los sistemas de derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 75 países. El reloj avanza hacia 2030 y necesitamos un impulso concertado para integrar los derechos humanos en los ODS y hacer realidad su promesa de no dejar a nadie atrás. Por último, nos comprometemos a mejorar nuestra programación para el desarrollo sostenible basada en los derechos y a no dejar a nadie atrás en cuanto al desarrollo.

La promesa de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de dignidad e igualdad de derechos, se ha visto amenazada de una forma que no tiene precedentes. Sin embargo, tres cuartos de siglo después de su aprobación, los valores y derechos consagrados en ella siguen siendo su mayor fortaleza. Proporcionan los medios para hacer frente a nuestros retos universales, desde la lucha contra los conflictos y la pobreza hasta la reforma de la arquitectura financiera mundial, pasando por la acción por el clima, el fin del racismo y la discriminación y el avance hacia la igualdad de género.