A través del Conpes 3918 de 2018, Colombia estableció la estrategia para la implementación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). En este documento se comprometió a “poner fin a la epidemia del Sida, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas (…)”. En el 2017, Colombia reportó 82.856 personas con VIH. Sin embargo, ONUSida estima que hay 180.000 personas infectadas, y que por
lo tanto solo el 45% de las personas que portan el virus conocen su estado (EL TIEMPO, 2018).

La detección precoz de la infección del VIH es crucial. Permite el acceso al individuo al tratamiento antirretroviral que impacta en su calidad y cantidad de vida. Adicionalmente, tiene un impacto favorable en la prevención primaria del VIH (Resolución 2338,
2013). De acuerdo con ONUSida, una de las razones por la cuales las personas no se realizan la prueba del VIH es el estigma y discriminación que rodea el VIH. El estigma y la discriminación se manifiestan a través de diferentes mecanismos. Uno de estos es la regulación engorrosa o abiertamente discriminatoria contra personas que viven con VIH o contra personas que quieren acceder a la prueba para lograr un diagnóstico.