Género y cambio climático: La Mojana

14 de Marzo de 2023

 

36 personas campesinas, 22 de ellas mujeres, recibieron capacitación en tecnologías que pueden ser construidas con base en el diálogo de saberes.

Según la ONU una de cada cuatro mujeres de la población mundial, económicamente activa, se dedica a la agricultura, una de las actividades más sensibles a los impactos del cambio climático. Los fenómenos climáticos extremos aumentan el riesgo de que las mujeres sufran pérdidas en las cosechas y, enfrenten escasez de alimentos. De igual manera, las exponen a problemas de salud y aumentan el tiempo dedicado a conseguir el agua o la madera para cocinar. Dado que culturalmente las mujeres tienen menor participación en las decisiones relativas a la planificación y la gestión de sus territorios, su vulnerabilidad aumenta cuando se trata del cambio climático.

Conocedor de esta problemática, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, creó “Mojana, Clima y Vida”, un programa exclusivo para la región de La Mojana, liderado por el Fondo Adaptación, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y financiado por el Fondo Verde del Clima, que en el marco del trabajo conjunto con la Universidad de Córdoba para promover sistemas de producción adaptados al Cambio Climático apoyó la formación de 36 personas, 22 de ellas mujeres, de 22 comunidades de los municipios de Guaranda, Majagual, Achí, Caimito, San Marcos y Ayapel.

“Nosotras las mujeres tenemos un papel fundamental hoy en día, somo la pieza más importante en la sociedad, aprendemos y ponemos lo aprendido en práctica en el hogar y luego lo llevamos a la comunidad, además compartimos los conocimientos científicos y empíricos para sacar adelante las cosas, el cambio climático requiere soluciones que las mujeres podemos aportar”, aseguró Noralbi Mercedes Rodelo, de la comunidad de Carrao.

 Según los resultados del análisis de la relación entre género y agricultura realizada por el Programa Mojana Clima y Vida, el 73% de las mujeres tienen una alta participación en labores agrícolas, especialmente en siembra, cosecha y riego, y dedican entre 1 y 4 horas a los sistemas hortícolas, evidenciando su importancia en los sistemas productivos de la región.

“Hemos trabajado temas tan importantes como la conservación de los recursos genéticos, la producción artesanal de semillas, e incluso los efectos del cambio climático sobre la producción de los cultivos, además de trabajar en aspectos de crecimiento personal y desarrollo organizacional. Quiero destacar la participación de las mujeres, que fueron más del 60% de las asistentes de esta formación”, asegura el profesor Alfredo Jarma de la Universidad de Córdoba.

El objetivo de este proceso de transferencia de tecnología es que las personas capacitadas se conviertan en replicadores en sus comunidades, lo que contribuye a la sostenibilidad de las medidas de adaptación promovidas por este programa. 

“Las mujeres estamos llamadas a liderar la peor crisis de la humanidad, pues es la existencia humana misma la que está en juego. Colombia potencia mundial de la vida implica que las dadoras de vida de este país nos empoderemos y usemos la fuente de energía que representan nuestros úteros para mostrarle al mundo que somos capaces de adaptarnos al cambio climático. “, afirmó Paola Miranda, Subgerente de Proyectos del Fondo Adaptación.

Con apoyo de este programa, las mujeres mojaneras encuentran oportunidades para mejorar su vida y fortalecer su liderazgo

“Apoyamos la formación de las mujeres, porque consideramos que es una herramienta que posibilita que las mujeres tengan voz y puedan alzarla para solucionar los desafíos que enfrentan en sus comunidades. Los agroecosistemas que promovemos equilibran las relaciones de poder porque las mujeres están contribuyendo considerablemente en la economía del hogar, reduciendo el riesgo de violencia económica y colocándolas como sujetos activos en el desarrollo de sus familias y comunidades”, asegura Diana Díaz, Coordinadora, Mojana clima y vida.