Conversatorio “Desmontando narrativas”, del PNUD y la Registraduría, convoca a expertos internacionales para analizar los riesgos de la desinformación en el actual contexto colombiano

26 de Noviembre de 2025

Foto de izquierda a derecha y desde arriba: Carla Zacapa, Patricia Perrone, Rafael Rubio, Hernán Penagos, Blanca Cardona.

 

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia, en alianza con la Registraduría Nacional del Estado Civil, desarrolló este miércoles el conversatorio “Desmontando narrativas: el nuevo ecosistema informativo en contextos electorales”. La jornada permitió reflexionar, junto con autoridades, medios de comunicación, académicos internacionales y organizaciones de la sociedad civil, sobre los mecanismos para asegurar que la ciudadanía acceda a información oportuna, confiable y suficiente sobre el proceso electoral, con el fin de evitar amenazas a la integridad de la democracia.

El evento inició con las intervenciones de la Representante Residente Adjunta del PNUD en Colombia, Carla Zacapa, y del Registrador Nacional, Hernán Penagos, ante un auditorio conformado por organizaciones sociales, periodistas, personal diplomático, entidades públicas y sector privado.

“Este es un espacio para reflexionar sobre los riesgos a la democracia. Uno de ellos es la polución informativa —desinformación, información errónea y discursos de odio—, identificada como uno de los principales riesgos para la democracia. No es una amenaza exclusiva para Colombia. En el PNUD estamos convencidos de que la integridad de la información es esencial para la transparencia y credibilidad democrática. La desinformación puede influir en la opinión pública, manipular a los votantes y generar desconfianza en los procesos e instituciones. Este riesgo se amplifica en la era digital, donde la información se propaga rápidamente y socava los cimientos de la gobernanza democrática”, afirmó Carla Zacapa al inicio del conversatorio.

La jornada se desarrolla en un contexto donde la desinformación, las narrativas negativas y la polarización con expresiones de violencia representan riesgos no solo para el sistema electoral, sino para la democracia en su conjunto.

“La salud de la democracia pasa por asegurar un proceso electoral íntegro, transparente y libre, con autoridades electorales independientes. También implica proteger la confianza del proceso frente a falsas narrativas y desinformación, que tanto daño generan. Hoy, ante esa circunstancia, Colombia no está suficientemente preparada. Combatir ese fenómeno es elemental: esas narrativas penetran y generan desconfianza en el sistema electoral”, reflexionó el Registrador Nacional, Hernán Penagos.

“El problema de la desinformación no solo contradice los principios democráticos —en un momento en que la democracia enfrenta una crisis global—, sino que genera un ambiente político hostil, dificulta la deliberación pública y puede derivar en tragedias y pérdida de vidas. La democracia es libertad e igualdad para todas y todos, y fenómenos como la desinformación pueden socavar tanto las instituciones como el Estado de derecho. Enfrentar esta situación requiere compromiso de toda la sociedad y comprender que la deliberación pública es un bien que debe ser protegido”, agregó Penagos.

 

Panelists on stage at a conference, with an audience and blue banners behind them.

 

Posteriormente intervinieron dos invitados internacionales, expertos en estrategias para combatir polución informativa. Rafael Rubio Núñez, doctor en Derecho Constitucional y profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid, dirige el grupo i+dem sobre tecnología y democracia. Con amplia experiencia internacional en observación electoral, investiga temas de tecnología, participación, transparencia y derecho electoral.

También participó Patrícia Perrone Campos, profesora titular del Centro Universitario de Brasilia (CEUB) y profesora adjunta de Derecho Constitucional en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ). Es doctora y magíster en Derecho por la UERJ, y realizó estudios posdoctorales en la Harvard Kennedy School y en el Instituto Max Planck. Es editora de reconocidas revistas jurídicas y miembro del Comité Ejecutivo de la IACL. Sus líneas de investigación abarcan el derecho constitucional, la tecnología, la democracia, los derechos humanos y nuevas agendas como el derecho ambiental, digital y la resiliencia democrática.

“Las campañas de desinformación tienen, en su mayoría, un carácter negativo: afectan la realidad, la ciberseguridad y el entorno social, político y económico. No se trata solo de un problema de narrativas, ni basta con una política comunicativa adecuada o con mecanismos de ciberseguridad; es necesario integrar múltiples estrategias de manera articulada. La respuesta a la desinformación exige intervenciones en los ámbitos comunicativo, jurídico, educativo, entre otros”, explicó el profesor Rafael Rubio.

El encuentro finalizó con un conversatorio en el que participaron Catalina Botero, directora de la Cátedra UNESCO de Libertad de Expresión de la Universidad de los Andes; Alejandra Barrios, directora Nacional de la Misión de Observación Electoral; y Laura Sanabria Rangel, editora de la unidad de verificación de La Silla Vacía, El Detector de Mentiras. La sesión fue moderada por Daniel Pacheco, editor general de La Silla Vacía y columnista; y cerró con las conclusiones de Blanca Cardona, gerente Nacional del Área de Gobernabilidad Democrática del PNUD en Colombia.

 

Diverse audience seated in rows at a modern conference room during a seminar.