El PNUD realizó una encuesta en 2019 y 2021 a casi 12.000 personas residentes en los territorios más afectados por el conflicto armado con el fin de recoger las percepciones de los ciudadanos sobre la implementación del Acuerdo de Paz firmado en 2016. Ello en el entendido de que es necesario escuchar directamente a quienes serían uno de los principales beneficiarios del Acuerdo; se trata de voces que rara vez son recogidas de manera sistemática en este tipo de instrumentos y que pueden diferir de la mirada de expertos o implementadores; en este caso las expectativas territoriales no se presumen, sino que fueron directamente consultadas en una muestra que abarcó 72 municipios PDET.  

En este contexto, una de las preguntas realizadas a los ciudadanos es de vital interés para la actual coyuntura: se trata de la pregunta  “¿Qué es mejor para solucionar el conflicto con el ELN?”. Al respecto, llama la atención que en 2021 la gran mayoría de los encuestados (85%) optaría por una salida negociada, en contraposición al uso de la fuerza militar, lo que supone un aumento de casi 7 puntos porcentuales frente a lo observado en 2019. Esta apreciación no es propia de una población en particular (por ejemplo, se mantiene tanto en hombres como mujeres), o una región (en ninguna subregión PDET el porcentaje está por debajo del 83). Por lo demás, llama la atención que en regiones con fuerte presencia del ELN, la preferencia por una salida negociada supera el 90%, como son los casos Arauca (96%) y Chocó (95%) y Catatumbo (92%).

El anuncio de inicio de nuevos diálogos de Paz con el ELN se alinea con las expectativas de territorios estratégicos para la implementación de los eventuales Acuerdos que resulten de este proceso. Existe, por tanto, un terreno fértil para trabajar de la mano con la sociedad civil para lograr acuerdos sostenibles.

¿Qué es mejor para solucionar el conflicto con el ELN?