La conectividad como acelerador para alcanzar la inclusión digital en Colombia

2 de Septiembre de 2022

 

Los países deben asegurarse de que nadie se quede atrás en la transición a una sociedad y una economía digitales. El PNUD tiene como objetivo ayudar a los países a abordar de manera estratégica y holística la transformación digital. Dentro los principios que componen una perspectiva de inclusión digital está la infraestructura de conectividad, la adopción de habilidades, la apropiación digital, el conocimiento de riesgos y oportunidades dentro de la sociedad, los marcos legales y la protección de datos, la creación de mercados inclusivos, y la articulación del ecosistema.

En esta oportunidad abordaremos la conectividad como el acelerador que nos permitirá alcanzar una economía, sociedad y un país digital. La conectividad, al contemplar la disponibilidad, asequibilidad y calidad del acceso a Internet de banda ancha y móvil, y de servicios y dispositivos móviles; representa una oportunidad para alcanzar la inclusión digital en Colombia.

Según el DANE, en el 2019 el 51.9% de hogares en Colombia contaban con conexión a Internet, dato que para el 2021 subió a 60.5%. Aún existe una brecha entre zonas urbanas y rurales, donde las cabeceras para el 2021 alcanzaron un cubrimiento del 70% de los hogares, mientras que en las zonas rurales fue del 28.8%. El impacto de la COVID-19 permitió un aumento en la penetración de Internet en el país y se convirtió en una oportunidad para la conectividad de detonar la inclusión digital, especialmente para zonas rurales.

 

De lo anterior, el 78.8% de los hogares contaron con Internet fijo y el 43.3% con Internet móvil. Al analizar dichos datos para la ruralidad, es interesante ver cómo ellos se invierten, pues el 46.3% de los hogares cuentan con Internet fijo mientras que 62.1% con móvil (DANE, 2021). Esto debido a los altos costos de la infraestructura, ocasionando que soluciones móviles sean más eficientes y de más bajo costo. La innovación en la infraestructura de conectividad, especialmente en zonas rurales, puede conllevar a la inclusión digital de las poblaciones más vulnerables.

Asimismo, sobre las brechas de acceso se relaciona el nivel de ingresos de los hogares. De manera que en los hogares ubicados en el cuartil 1 de la distribución de ingreso (más bajos), sólo el 21.9% tiene conexión a Internet fijo, mientras que en el cuartil 4 asciende a 86.2% (más altos) (PNUD, 2022). En parte, esto se debe al alto costo que el Internet fijo aún representa, el cual la mayor proporción a nivel Nacional se encuentra entre $50.000 y $80.000 pesos, mientras que en zonas rurales el rango está entre $30.000 y $50.000 pesos (DANE, 2021). Hoy en día, el acceso a Internet al ser considerado un servicio básico en el país es un derecho que debe ser disfrutado por la totalidad de la población colombiana. 

En cuanto a calidad de la conectividad, un factor que permite analizarla está relacionado con la velocidad promedio de descarga de Internet fijo, la cual a finales de diciembre del 2021 fue de 76.5 Mbps en Colombia. Aunque las brechas en la calidad de la conectividad se han disminuido, ya que los estratos socioeconómicos más vulnerables pasaron de tener una conexión de 22.0 Mbps a 49.3 Mbps (MINTIC, 2021), aún hay una profunda brecha y, a su vez, una oportunidad de mejorar la infraestructura del país para gozar de mejor calidad del servicio.

Por último, sobre la conectividad móvil, actualmente existen 35.7 millones de conexiones a Internet móvil, donde la principal tecnología de acceso fue 4G con 28,3 millones de accesos (MINTIC, 2021). Esto es posible gracias a que actualmente hay más celulares que colombianos y colombianas con un total de 67,75 millones de dispositivos (flecha o teléfono inteligente) en el país (La República, 2022), evidenciando la relevancia de estar conectados para la población urbana y rural del país. 

Entonces, ¿cómo podemos superar las brechas de conectividad para alcanzar una inclusión digital? Para lograr una conectividad inclusiva, en primer lugar, se pueden fomentar estrategias de articulación de los programas públicos existentes que aportan a reducir estas brechas. En segundo lugar, buscar una innovación en mecanismos de conexión a Internet como tecnologías 5G, las satelitales, aéreas, abiertas, o comunitarias. En tercer lugar, el mapeo de soluciones de base existentes en los diversos territorios de Colombia puede permitir identificar soluciones exitosas y con potencial de ser escaladas. En cuarto lugar, la creación de proyectos de investigación que busquen solucionar problemas (sobre todo de bajo costo) a nivel local e integrar estos proyectos con los sectores productivos. En quinto y último lugar, fomentar alianzas público-privadas para poder costear proyectos que permitan mejorar la infraestructura y conectividad del país y sus zonas rurales.

El solucionar el problema de conectividad puede considerarse como la base para alcanzar una economía, sociedad y país digital, porque alcanzar la conectividad, sobre todo en zonas rurales, puede acelerar el cierre de otras brechas como la adopción y alfabetización digital; la protección, regulación y uso de datos; la investigación y conocimiento de soluciones de bajo costo; y el fortalecimiento del ecosistema digital.