¿Qué papel puede desempeñar lo digital en los desafíos de la salud en África?

Con la tecnología, es posible enfrentar el doble desafío de la falta de trabajadores de la salud y la carga de las enfermedades endémicas y las incipientes

5 de Octubre de 2022

Se ha equipado a los trabajadores comunitarios de la salud con lentes inteligentes para que puedan realizar teleconsultas. Digitalizar la salud podría ser una oportunidad para el desarrollo de los sistemas sanitarios africanos ya que tiene muchas ventajas.

Foto: PNUD Malí / Abel Agblevo

África es la región del mundo que presenta los problemas de salud más críticos. De los 57 países del mundo que padecen una escasez alarmante de personal sanitario según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 36 se encuentran en África, región que posee 0,21 de profesionales médicos por cada 1.000 habitantes. África tiene apenas el 1,3 % de los trabajadores sanitarios, aunque registra el 25 % de la carga de enfermedades globales.

El continente aún no ha completado su transición epidemiológica y debe afrontar un doble desafío: erradicar enfermedades endémicas como el SIDA, la malaria y la tuberculosis, y combatir enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer. A ello hay que añadirle las nuevas enfermedades infecciosas, como la COVID-19, el ébola, la fiebre de Lassa y la viruela símica.

Los problemas de financiamiento de los sistemas de salud en África son acuciantes. La mayoría de los países africanos todavía no han alcanzado las metas que se fijaron en la Declaración de Abuya de 2021, en la que los Gobiernos acordaron destinar el 15 % de sus presupuestos nacionales a la salud.

África Subsahariana experimenta numerosos problemas y deficiencias en los servicios sanitarios de distinto orden y en todos los países.
 


Para subsanarlos, los agentes políticos nacionales e internacionales han invertido en numerosos esfuerzos, aunque a menudo sin resultados concretos.

Usar herramientas digitales dentro del ámbito de la salud podría brindar una oportunidad para el desarrollo de los sistemas sanitarios africanos, debido a la elevada tasa de penetración de los celulares y el uso de estos.

Algunos de los beneficios de la salud digital son los siguientes:

  • mejor atención de pacientes;
  • mayores ingresos de los centros sanitarios;
  • mayor calidad de los datos para los responsables de la toma de decisiones;
  • menor número de traslados médicos y de costos de atención, y facilidad de acceso a una cantidad limitada de especialistas, dada la falta de profesionales sanitarios en varios centros de salud, sobre todo de las zonas rurales, y
  • capacitación del personal sanitario por medio del aprendizaje electrónico.


Dado que las tecnologías de la información y las comunicaciones ofrecen nuevas oportunidades y desafíos para los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), existe un consenso creciente en la comunidad sanitaria global de que el uso estratégico e innovador de la tecnología digital será un factor clave para alcanzar las metas de los tres mil millones de la OMS, en 2023. Con estos objetivos se aspira a lograr que 1.000 millones más de personas se beneficien de la cobertura sanitaria universal, 1.000 millones más de personas accedan a una mejor protección de emergencia sanitaria, y 1.000 millones más de personas disfruten de mejor salud y bienestar.

La tecnología digital es un factor decisivo para ampliar la cobertura sanitaria universal, pues elimina distintas barreras como los costos, complicaciones de acceso y una atención de baja calidad, mientras se aumenta la variedad de servicios, sobre todo en aquellas regiones con escasa o nula infraestructura y personal sanitarios.

En 2020, el PNUD en Malí, en colaboración con otros organismos de las Naciones Unidas, incluida la OMS y la Universidad de Sherbrooke, pusieron en marcha un proyecto denominado "Energía solar, telemedicina y protección social para transformar la salud comunitaria de Malí" (SanDi).
 

En Malí, el PNUD y sus socios iniciaron un proyecto de salud digital (SanDi) en 2020 para transformar la salud comunitaria del país. Además de fortalecer la infraestructura nacional de telemedicina y contribuir a la adopción de un plan estratégico nacional de salud digital, ha brindado fuentes de energía renovable a los centros de salud involucrados.

Foto: PNUD Malí / Abel Agblevo


Gracias a esta iniciativa, se ha fortalecido la infraestructura de telemedicina, se creó un plan estratégico nacional de salud digital, se propició una legislación para regular el uso de la tecnología digital en sector de la salud y una plataforma nacional de coordinación sanitaria digital.

SanDi ha proporcionado fuentes de energía renovable como los paneles fotovoltaicos para los centros de salud. Estos además han recibido equipamiento y programas informáticos para mejorar la atención de los pacientes y el acceso a la atención mediante registros médicos y de laboratorio computarizados, registros de laboratorio, sistemas de gestión farmacéutica, módulos administrativos y financieros, teleconsulta y capacitación constante.

La protección social y las actividades de resiliencia permitieron a las personas desplazadas internas, así como a las mujeres y los jóvenes, recibir atención médica.

Se brindó capacitación en prevención y control de infecciones a 400 trabajadores sanitarios.

Esta etapa piloto del proyecto SanDi abarca las regiones de Kayes, Koulikoro, Sikasso, Ségou, Mopti y Bandiangara, y el distrito de Bamako, e involucra 7 centros sanitarios de referencia y 21 centros comunitarios de salud.

El PNUD desea continuar apoyando al Gobierno de Malí en la electrificación y digitalización progresivas de los centros de salud.