Invertir en los pequeños agricultores es invertir en desarrollo sostenible

30 de Junio de 2025
Smiling man holding a basket full of red coffee cherries among lush green plants.

El seguro agrícola puede ser clave para romper el ciclo de riesgo, endeudamiento y pobreza que enfrentan los pequeños agricultores, responsables de producir un tercio de los alimentos del mundo.

Foto: PNUD

Algunos de nuestros primeros recuerdos son de nuestra madre cocinando con fervor en la cocina de nuestro restaurante familiar, Can Roca, en Girona (España). El famoso arroz caldoso de mamá. Riñones al Jerez. Canelones. Flan casero recién horneado cada tarde. Estos son los aromas y sabores de nuestra infancia que han dado forma a quiénes somos hoy.

Nuestra familia ha estado en el negocio de la restauración durante tres generaciones. El amor por la comida está en nuestro ADN, y también lo está el entendimiento de que la comida no comienza en el plato. Ni siquiera comienza en la cocina. Empieza en el campo.

Desde nuestro café matutino hasta nuestro arroz caldoso favorito, dependemos de los pequeños agricultores para producir un tercio de los alimentos del mundo (disponible en inglés). Los pequeños agricultores, aquellos que trabajan en menos de dos hectáreas, son la columna vertebral de nuestro sistema alimentario. La agricultura es la principal fuente de ingresos para una de cada cuatro personas a nivel mundial y representa más de una cuarta parte del producto interno bruto en muchos países en desarrollo.

Sin embargo, los agricultores que nos alimentan a menudo sufren para poder alimentarse a sí mismos. Están en la primera línea del cambio climático, enfrentándose a sequías, inundaciones, plagas y erosión. Estos desafíos son cada vez más frecuentes y amenazan sus medios de vida.

En la India, las sequías que solían ocurrir una vez por década se repiten ahora cada pocos años. Una cosecha fallida puede significar que un niño pierda un año de escuela o que una familia caiga en deudas.

El clima extremo también influye en lo que termina en nuestros platos o en nuestras tazas. Etiopía, uno de los mayores productores de café del mundo, podría perder más de la mitad de su tierra cultivable de café, afectando al 35 % de sus ingresos por exportaciones y millones de empleos. Esto podría impactar en el precio y la disponibilidad del café en todo el mundo, incluida España.

“Hay un problema de cambio climático”, afirma Ahmed Abagidi, un agricultor de café orgánico en el oeste de Etiopía. Cuando se adelantó la llegada de las lluvias, se redujo la cantidad y la calidad de granos de su producción, disminuyendo significativamente sus ingresos en la temporada.

“Este año, estamos enfrentando una sequía debido a la falta de lluvias”, explica Dine Mohamed, un agricultor de café en la región de Harar, en Etiopía. “El año pasado, nuestros cultivos se perdieron por lluvias intensas”. La mayoría de los productores de café en el país, como Mohamed y Abagidi, son pequeños agricultores.

El amor por la comida está en nuestro ADN, y también lo está el entendimiento de que la comida no comienza en el plato. Ni siquiera comienza en la cocina. Empieza en el campo
Joan, Josep y Jordi Roca

Existe una forma de ayudar a romper el ciclo perpetuo de inseguridad, deudas y pobreza que afecta a los pequeños agricultores. Se llama seguro agrícola. Pero solo puede funcionar si se combina con políticas gubernamentales de apoyo, datos fiables e inversión del sector público y privado.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), donde ejercemos como Embajadores de Buena Voluntad, está promoviendo programas de seguros agrícolas en países de África, Asia, América Latina y Medio Oriente a través de alianzas público-privadas. Por ejemplo, la iniciativa "Resiliencia Financiera en la Agricultura" (disponible en inglés) del PNUD, financiada por la Fundación Gates (disponible en inglés), reúne a funcionarios públicos, bancos, aseguradoras y socios de desarrollo para ampliar el apoyo a los modelos de seguros existentes y garantizar un impacto duradero para quienes dependen de la protección contra las pérdidas relacionadas con el cambio climático.

Para agricultores como Sunil Kumar en la India, tener seguro le permitió recuperarse rápidamente después de que el clima errático destruyera sus cultivos de trigo y arroz. También significó que no tuvo que sacar a sus hijos de la escuela. “No podemos controlar el clima”, dice, “pero podemos prepararnos para ello”.

En la India, más de 40 millones de pequeños agricultores reciben cobertura. En Colombia, nuevos productos de seguros ofrecerán pagos rápidos tras sequías e inundaciones. En México, más de 10.000 pequeños agricultores recibieron cobertura, mientras que en Uganda 700.000 agricultores cuentan con seguros. Estos modelos funcionan; solo necesitan inversión y compromiso político.

Esta semana, líderes mundiales se reúnen en Sevilla (España) para la 4ª Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo. En España sabemos de primera mano lo importante que es el seguro agrícola para proteger a las familias en nuestro propio país, donde muchos fueron (y aún son) pequeños agricultores. Desde la aprobación de la Ley de Seguros Agrícolas en 1978, España ha estado liderando los esfuerzos mundiales para promover una agricultura resiliente mediante la movilización de alianzas de seguros público-privadas. La conferencia en Sevilla es la oportunidad perfecta para poner a los pequeños agricultores, y el papel clave de los gobiernos en implementar seguros agrícolas efectivos, en el centro de la conversación.

Sin protección, una sola temporada fallida puede derivar en años de pobreza. Para Ashwini Kumar Modgil, en la India, cuya cosecha de patatas fue destruida por la lluvia, el seguro significó que no tuvo que pedir un préstamo ni vender su tierra: “El dinero llegó cuando más lo necesitaba”.

Estas historias muestran que el seguro agrícola es más que una herramienta financiera. Es una fuente de estabilidad y esperanza no solo para los agricultores, sino también para el mundo que depende de ellos. El compromiso de varias décadas de España con el seguro agrícola demuestra que invertir en pequeños agricultores significa invertir en nuestro futuro compartido.

Sin embargo, menos del 20 % (disponible en inglés) de los pequeños agricultores tienen acceso a algún tipo de seguro. Eso no es sostenible. A medida que los efectos del cambio climático se intensifican, los agricultores que carecen de protección financiera tendrán más dificultades para invertir en prácticas agrícolas sostenibles, los sistemas alimentarios seguirán siendo frágiles y las economías de todo el mundo pagarán el precio.

Como cocineros, celebramos el vínculo entre la comida, la cultura y la comunidad. Como Embajadores de Buena Voluntad del PNUD, sabemos que si queremos un mundo donde la comida sea abundante, justa y sostenible, debemos comenzar por no dejar atrás a las personas que la cultivan.

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Este artículo se publicó originalmente en La Vanguardia el 30 de junio de 2025. Puedes leerlo haciendo clic aquí.