Puno reinaugura oficina de diálogo para prevenir y gestionar conflictos sociales

El PNUD será un aliado clave en su fortalecimiento técnico y la articulación con actores locales y nacionales

21 de Marzo de 2024

 

Alcaldes provinciales, distritales y funcionarios del gobierno regional fortalecieron sus capacidades en prevención y gestión de conflictos en el marco de la reinauguración de la Oficina de Diálogo y Concertación para la Cultura de Paz del Gobierno Regional de Puno. Este encuentro organizado por el gobierno regional contó con el apoyo del proyecto Rimanakuy, que implementan el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH). 

La reinauguración de esta oficina en Puno es un paso clave en la prevención y gestión de la conflictividad social, ya que promueve el involucramiento de las autoridades regionales y municipales en la atención temprana de los conflictos sociales. Consolidar el trabajo de las oficinas descentralizadas es un reto para los gobiernos regionales debido a desafíos como la falta de personal, de presupuesto y de lineamientos para su adecuado y eficaz funcionamiento, según información de la Secretaría de Gestión Social y Diálogo de la Presidencia del Consejo de Ministros (SGSD-PCM) y la Defensoría del Pueblo. Por ello, desde el Proyecto Rimanakuy, se buscará impulsar la construcción de un sistema efectivo de oficinas en regiones que trabaje articuladamente con el gobierno nacional.

Participó del encuentro Bettina Woll, representante residente del PNUD en Perú, quien a propósito de la reciente presentación del Informe Global sobre Desarrollo Humano resaltó la importancia de encontrar soluciones innovadoras frente a la conflictividad en la región. “La desconfianza y la polarización tienen impacto en el desarrollo y las vidas de las personas. Esto se ha reflejado en la situación desigual que vive el Perú” puntualizó.

Así mismo, Richard Hancco, gobernador regional de Puno reconoció la importancia del encuentro y enfatizó en que “para tener legitimidad política, se debe trabajar de manera técnica. En ese sentido, el encuentro ayudará a gestionar los problemas y conflictos internos de la región con ese enfoque”.

Por su parte, el equipo de la SGSD-PCM presentó la Plataforma Digital de Gestión de Conflictos Sociales, una herramienta que permitirá sistematizar y analizar la información sobre la conflictividad social en la región y hacer seguimiento de los acuerdos alcanzados. La información será recopilada de manera conjunta entre las oficinas de prevención de conflictos regionales, como la recientemente inaugurada en Puno, así como por los gestores territoriales de la SGSD-PCM y permitirá la emisión de alertas tempranas que anticipen nuevos conflictos y la toma de decisiones para solucionarlos.

El acercamiento e intercambio entre el PNUD y los gobiernos regionales de Apurímac, Loreto, Ayacucho, y ahora Puno, han permitido que estos asuman la importancia de promover oficinas de diálogo en sus regiones. Este compromiso se ha traducido en la creación de la Oficina de Diálogo Social y Prevención de Conflictos Sociales en el Gobierno Regional de Apurímac, la designación de un responsable para la Oficina del Gobierno Regional de Loreto y la elaboración de un Plan de Trabajo en el caso del Gobierno Regional de Ayacucho.

 

Rimanakuy: nos estamos escuchando

Rimanakuy es un proyecto impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACNUDH), el Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas y el Gobierno del Perú, que busca fortalecer el sistema de prevención y gestión de conflictos a nivel nacional y realizar aportes claves a la protección de los derechos humanos. La iniciativa cuenta con el apoyo del Fondo para la Consolidación de la Paz (PBF, por sus siglas en inglés) del secretario general de las Naciones Unidas.

Esta iniciativa es una invitación a escucharnos abiertamente, para construir una cultura de paz. Un país más justo, equitativo y próspero sólo será posible a través del diálogo, la empatía y el respeto a los derechos humanos de todos y todas. Este es el momento para escuchar preocupaciones y aspiraciones, forjar una relación de confianza entre ciudadanía e instituciones y marcar un precedente en la en la paz del país.