MINEM y PNUD impulsan profesionalización de 100 monitores ambientales ante posibles impactos de actividad petrolera en Lote 8

Responsables de monitoreo ambiental en Loreto contribuirán con el diálogo y la gestión de conflictos en la región y el país.

17 de Abril de 2024
 

La Amazonía peruana se enfrenta a problemáticas, como la deforestación y la minería ilegal, así como a los impactos de la actividad petrolera que, durante el 2023, dejó 28 emergencias ambientales, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Vigilar los impactos de estas actividades y realizar la alerta temprana a las autoridades no es tarea sencilla, pero es una labor que monitores y monitoras ambientales de estas zonas quieren realizar por el bien de sus comunidades. 

El monitoreo y vigilancia ambiental es un mecanismo de participación ciudadana con el que pueblos indígenas y otros grupos ciudadanos han podido proteger el medio ambiente y consensuar con empresas y el Estado. Por ello, desde hace más de 15 años, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) viene fortaleciendo estas iniciativas y hoy lo hace a través de un programa de profesionalización de monitores y monitoras ambientales en Perú. 

El Programa Formativo de Vigilantes y Monitores Ambientales (PVMAS), impulsado por el PNUD y el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), busca profesionalizar la labor de monitores y monitoras ambientales de la región Loreto, ubicada en la zona nororiente del país. PVMAS ha diseñado un perfil profesional del monitor ambiental que contará con capacidades de diálogo y gestión de conflictos sociales, así como con habilidades técnicas de monitoreo ambiental para la gobernanza de recursos naturales y la construcción de paz. Este conjunto de conocimientos garantiza un desempeño efectivo en su rol de vigilancia ambiental en las comunidades. 

 
 

Cabe mencionar que esta iniciativa implementa una de las recomendaciones del Estudio Técnico Independiente (ETI) del Lote 8 que el Estado y las federaciones indígenas encomendaron al PNUD en 2020. Dicha recomendación sugiere la importancia de que el programa formativo sea avalado y promovido por sectores del Estado para constituir la legitimidad y reconocimiento del monitor y monitora ambiental en la gestión ambiental de territorios con actividad petrolera.  

PVMAS tiene una duración de un mes, tiempo en el que 100 monitores y monitoras ambientales de las cuencas del Corrientes, Tigre, Marañón y Chambira, pertenecientes a los pueblos indígenas Achuar, Kichwa, Kukama y Urarina, fortalecerán sus capacidades en gobernanza ambiental, gestión social y técnicas de monitoreo y remediación ambiental. El Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CARC-PUCP) será el encargado de desarrollar el programa formativo junto a especialistas nacionales e internacionales. Las y los expertos llevarán a cabo estas sesiones de forma presencial en Iquitos (Loreto) y en 5 comunidades nodos en las que se fomentará el intercambio de conocimientos durante más de 130 horas académicas. 

 
 

Durante la inauguración, Carla Zacapa, representante adjunta del PNUD, destacó la importancia de esta iniciativa: “PVMAS significa para el PNUD el cumplimiento de acuerdos, pero, sobre todo, es un recordatorio de que las alianzas y el compromiso por la remediación dan resultados positivos para el ambiente y los pueblos indígenas”.  

Por su parte, Iris Cárdenas, viceministra de Hidrocarburos del MINEM, precisó que “es compromiso del ministerio promover este espacio de formación de monitores”. Además, reconoció la importancia y la responsabilidad de monitores y monitoras ambientales, ya que son elegidos(as) por sus comunidades para la toma de decisiones en el diálogo con la empresa y el Estado. 

ANTECEDENTES 

El PNUD implementó, anteriormente, PVMAS en el norte del país, en la ciudad de Huarmey, y en el sur, en Arequipa, con más de 70 monitores y monitoras ambientales provenientes de las regiones de Áncash, Arequipa y Tacna. Los aprendizajes y resultados de estas experiencias permitieron la réplica y adaptación del programa en Loreto, que harán posible nuevas ediciones con comités de monitoreo ambiental en zonas de actividad minera y de hidrocarburos en el Perú.