Catalizando la innovación social desde las universidades del sur

Conocé como fue el Desafío Moirū 2022, Edición Itapúa.

29 de Junio de 2023

 

Moirū es un Desafío Comunitario de Innovación Social que se enfoca en idear, desarrollar e implementar de manera colaborativa posibles soluciones a problemáticas vinculadas a Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) seleccionados. 

En su primera edición, en el 2020 y 2021, se enfocó en problemáticas cruciales del área de empoderamiento de las mujeres e Igualdad de Género (ODS 5) y Seguridad Alimentaria (ODS 2), considerando estos ODS como prioritarios durante el contexto de pandemia. Postularon más de 100 iniciativas, todas llevadas adelante por mujeres, de las cuales fueron seleccionadas 5 atendiendo su alineación al objetivo y potencial: Asentamiento Mbokaja Poty, Guerrilla VerdeKuña JeroMujeres protectoras de Semillas Nativas y Semilla Róga, cuyas propuestas fueron implementadas a lo largo del 2021.

Esta segunda edición, focalizada en el Departamento de Itapúa durante el 2022 y 2023, busca que los equipos puedan desarrollar propuestas a partir de un entendimiento profundo de las problemáticas y sus causas raíz, en torno a la Igualdad de Género (ODS 5) y el Trabajo Decente y Crecimiento Económico (ODS 8). Promoviendo desde un enfoque colaborativo el uso de herramientas y metodologías de innovación social e integrando diferentes disciplinas, a partir de la colaboración entre diferentes filiales y facultades de la Universidad Nacional de Itapúa (UNI), nuestra principal aliada.

Fases Moirū

Fases del desafío

Las propuestas que llegaron a la Finalísima de Moirū:

Conocé a los ocho equipos finalistas que presentaron sus proyectos:

Equipos de La Finalísima Moirū
Equipos de La Finalísima Moirū

Pronto, podrás conocer las implementaciones de estos dos equipos ganadores.

¿Qué aprendimos con Moirū?

Trabajar en territorio

La experiencia de trabajar con la UNI, demostró el valor que existe en focalizar los esfuerzos en un territorio, en contrapartida a hacerlo a nivel nacional. Creó una ventaja para poder personalizar las metodologías y herramientas, e implementarlas con un mayor nivel de apropiación con actores locales. Así también aportó conocimiento cercano sobre las problemáticas más urgentes a abordar y el diseño de soluciones ya adaptadas a la realidad local.

Co-crear con la academia: una oportunidad para hacer realidad la extensión universitaria

Moirū nos señaló el potencial de involucrar a universidades y centros académicos en el abordaje de los desafíos que enfrentan sus territorios y comunidades. Enfocar procesos comunitarios de innovación social desde estos espacios, ofrece una oportunidad interesante para hacer realidad los proyectos de extensión universitaria, conectando  las funciones de investigación y docencia con el trabajo comunitario que aplica  los conocimientos generados a la resolución de problemas locales.

La metodología aplicada, ofreció herramientas para que los estudiantes y docentes diagnostiquen problemas de su entorno local y propongan soluciones aplicables, con tutoría y técnicas ágiles, que renovaron y enriquecieron los proyectos de extensión universitaria, ofreciendo oportunidades de crear vínculos transectoriales que en simultáneo complementen su educación formal. 

Principales desafíos

Compaginar el trabajo, el estudio y la extensión

En Paraguay, la educación universitaria se da en la mayoría de los casos de forma combinada y paralela al desarrollo de actividades laborales durante la jornada. La sobrecarga de tareas y las dificultades de horario que eso conlleva hace difícil consensuar tiempos de trabajo y formación adicional (charlas extras y espacios de mentoría, como los que propone Moirū), lo que a su vez  requiere diseñar el proceso con productos intermedios y un seguimiento intensivo y más creativo durante las mentorías. Esto fue visible principalmente durante los talleres presenciales, por lo que podría ser valioso considerar en próximas ediciones la conformación de equipos de acuerdo a sus filiales universitarias. 

A estas brechas entre trabajo y estudio, podemos sumar la brecha digital, que se hizo visible no como falta de conectividad en el caso de las sesiones virtuales, sino en la calidad de la conectividad disponible para que la participación sea efectiva. 

Trabajar con las dinámicas de estudiantes universitarios y docentes en vez de organizaciones también representó un desafío, por un lado las organizaciones ya tienen una lógica de trabajo en equipo que es muy valiosa para el desarrollo e implementación de propuestas, y por otro los estudiantes de diferentes carreras y filiales que no necesariamente se conocían entre sí, y contaban con más problemas logísticos (horarios, movilidad), aún así fue enriquecedor sumar las visiones de diferentes profesionales de cada equipo. 

El desarrollo en paralelo de la vida académica de formación y de una carrera laboral también hace que a veces se genere una desconexión entre los intereses y motivaciones propios de los participantes y las necesidades que pueden encontrar en los contextos comunitarios y académicos. Abordar estas brechas representa también un desafío para futuras ediciones.  

Temáticas y herramientas todavía poco conocidas

La escasa experiencia y conocimiento sobre nuevos procesos y herramientas de investigación, desarrollo e innovación, aplicados a contextos comunitarios, por parte de estudiantes y docentes fue también una barrera a afrontar.

Los problemas relacionados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico son temas muy presentes en los territorios, sobre los que estudiantes y docentes están sensibilizados, y este tipo de iniciativa, ofrece una vía para co-crear y canalizar alternativas de solución viables y singulares.

La inmersión en el contexto

Conectar a estudiantes y docentes a las comunidades generando inmersión en el contexto comunitario de cada problema es otro desafío que nos queda para el futuro. Cómo generar esta inmersión de forma a  que habilite una interacción más directa con referentes y organizaciones locales, que ya están enfrentando los desafíos en su día a día, para focalizar mejor los problemas. Llegar a cada comunidad nos enfrenta a costos y desafíos logísticos que no son sencillos de resolver, pero que creemos valen la pena considerar en el diseño de futuros desafíos comunitarios de innovación social. 

 

Moirū, el Desafío Comunitario de Innovación Social, es impulsado por la Comisión ODS Paraguay y el Laboratorio de Aceleración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en alianza con la Universidad Nacional de Itapúa (UNI). El desafío promueve la innovación social enfocándose en idear, desarrollar e implementar de manera colaborativa posibles soluciones a problemáticas vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

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