Día Internacional contra la Corrupción 2020

8 de Diciembre de 2020

 

A medida que las devastadoras consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19 repercuten en todo el mundo, el virus va creando "nuevas oportunidades para explotar una supervisión deficiente emparejada con insuficiente transparencia, que permiten desviar fondos destinados a personas que viven hoy su hora de mayor necesidad".  La corrupción provoca la desconfianza en los líderes e instituciones, al tiempo que agota recursos valiosos para financiar el desarrollo y la recuperación.  Estamos viendo cómo se reflejan los impactos de la corrupción en la prestación de servicios, en los procesos de adquisición y en la gestión de fondos, en los paquetes de estímulo económico y en las medidas de protección social. En ese sentido, la corrupción se ha manifestado a través de la distribución de ventiladores defectuosos, de pruebas COVID-19 de mala fabricación y medicamentos falsificados, mientras corre grave riesgo la distribución equitativa de vacunas vitales. 

Se calcula que cada año se pierden US$ 2,6 billones a causa de la corrupción en todo el mundo. Por lo menos US$ 500 mil millones se desvían debido a la corrupción en el sector de la salud, cantidad que bien podría superar el costo total de asegurar la cobertura universal de salud para todos los habitantes del planeta. Con presencia sobre el terreno en 170 países, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está apoyando a los Gobiernos a integrar la transparencia, la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción en las prioridades de respuesta y recuperación. Durante la pandemia de COVID-19, nuestro apoyo se ha centrado en todas las esferas, desde colaborar con la Organización Mundial de la Salud y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria para integrar las medidas contra la corrupción en los sistemas de salud, hasta apoyar a Ucrania en la implementación de una nueva plataforma electrónica para aumentar la transparencia en las adquisiciones. De hecho, entre una serie de esferas, la programación de Next Generation of Anti-Corruption (Próxima generación de lucha contra la corrupción) del PNUD tiene por objeto sacar mayor provecho que los beneficios que ofrecen la tecnología y la innovación para mejorar la transparencia y la apertura.

El propio PNUD toma muy en serio todos los casos de mala gestión financiera y otras irregularidades, a fin de garantizar que la organización cumpla su propósito. En términos concretos, estamos trabajando para mejorar continuamente nuestros sistemas de supervisión y gestión de riesgos. De hecho, todo el sistema de las Naciones Unidas seguirá dando prioridad a la transparencia y la rendición de cuentas en el marco de la respuesta a la COVID-19 y más allá. 

La campaña de las Naciones Unidas para el Día Internacional Contra la Corrupción 2020, Recover with Integrity (Recuperación con integridad), hace hincapié en que una recuperación inclusiva de la COVID-19 solo puede lograrse a partir de la integridad y la rendición de cuentas. La ONU estará disponible, según lo soliciten los Gobiernos, para fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y las cruciales medidas contra la corrupción. Esto incluye la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción y la vigilancia de los logros obtenidos en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 de la Agenda 2030. En resumen, hacer frente a la corrupción acelerará el progreso en lo relativo a los Objetivos Mundiales con miras a un futuro más inclusivo, resiliente y sostenible.