Redes de sensores para el desarrollo: experiencias del Congo y México

Las nuevas formas de investigación in situ durante el distanciamiento físico pueden ser relevantes más allá del COVID-19

13 de Octubre de 2020

Imagen: Ciudad de México. Laboratorio de Aceleración en México

El inesperado inicio del 2020 ha desafiado la manera en la que nos enfocamos en nuestras vidas y el trabajo, forzándonos a adaptarnos a nuevas ideas y procedimientos en un contexto en cambio constante. Esto es válido también para las organizaciones de desarrollo; debemos reaccionar y atender a las afectaciones de la COVID-19, al tiempo que avanzamos en otros proyectos de desarrollo en condiciones cambiantes.

En este artículo, los Laboratorios de Aceleración de la República Democrática del Congo (RDC) y México discuten sus respectivos métodos de evaluación de cómo las comunidades, físicamente inaccesibles para los investigadores se ven afectadas y reaccionan distinto ante la pandemia.

En la RDC, el Laboratorio de Aceleración está construyendo el primer Atlas de Soluciones Innovadoras Locales y mapeando las iniciativas ciudadanas en relación con la gobernanza y la COVID-19. En México, el Laboratorio de Aceleración está mapeando el capital social y las iniciativas ciudadanas para informar y probar programas piloto que fortalezcan la capacidad de las comunidades para reaccionar y responder a crisis como la pandemia. (Lea más sobre el proyecto de México aquí.) En ambos países, creamos una red de sensores con la ayuda de los jóvenes para inspeccionar a distancia varios lugares.

Las redes de sensores son grupos de sensores individuales espacialmente dispersos utilizados para monitorear y registrar condiciones de un ambiente o sistema, con interés en el cambio a través del tiempo. Comúnmente utilizadas para condiciones físicas o de actividad, como la contaminación, el tráfico, el clima o las perturbaciones sísmicas, recogen datos de muchos puntos a una ubicación central. Estas redes rastrean también la actividad humana, como la tendencia del consumidor o la actividad en plataformas de redes sociales. Más allá de estos ejemplos tecnológicos, las redes de sensores humana se encuentran en muchos contextos, como la recogida y distribución de información durante manifestaciones que informan o protegen a los participantes. Las redes de sensores dependen de una diversidad de herramientas y directrices para trabajar con eficacia y codificar la información pertinente. En el caso de una manifestación, por ejemplo, los participantes de toda la multitud pueden utilizar palabras clave en plataformas de comunicación encriptadas que puedan ser leídas por otros manifestantes cuando se encuentren en riesgo.

Aunque las redes de sensores no son nuevas, la pandemia ha suscitado ideas sobre formas innovadoras de ponerlas en práctica para conocer diversas perspectivas en lugares variados. A continuación, se exponen algunas reflexiones tanto de nuestros Laboratorios como de las conversaciones entre cada una de las redes de jóvenes establecidas en relación con el montaje, el proceso y las posibilidades. 

Una red de redes

En mayor o menor medida, todos nos conectamos continuamente con nuestras redes establecidas. Esto para evaluar y refutar diferentes situaciones de nuestra vida, o para compartir y filtrar información que nos ayude a tomar decisiones. Ambos equipos de AccLab se pusieron en contacto con organizaciones juveniles establecidas y en funcionamiento en zonas geográficamente distintas de cada ciudad, para aprovechar cada red local. La colaboración con las organizaciones nos ayudó para reaccionar con agilidad, a garantizar un equilibrio entre la diversidad y la distribución de los participantes, y a crear una estructura de comunicación eficaz.

Diseñar las herramientas de la red hacia las expectativas de la calidad de información

Las conexiones entre individuos no son suficientes. Algunas preguntas que ayudaron al diseño de la dinámica de la red son: ¿Quiénes forman parte de esta red? ¿Cuáles son sus antecedentes y expectativas? ¿Cuáles son los medios de comunicación preferidas? ¿Cómo podemos diseñar herramientas, guías u otros materiales para facilitar el proceso? ¿Pueden entenderse las preguntas de la misma manera desde distintas perspectivas?

En la RDC, el AccLab experimentó diferentes resultados de la red de mapeo de soluciones desplegada con una plataforma de jóvenes. El laboratorio utilizó 2 sets de contextos: estudiantes jóvenes de la universidad y jóvenes profesionalmente activos. Se observó que estos últimos obtuvieron respuestas más precisas y sensibles en un plazo limitado, que los jóvenes estudiantes encuestados. Los resultados muestran que el grupo activo aprovechó el efecto de red, basándose en sus respectivas experiencias y redes para percibir, acceder y poner en común rápidamente la información de la comunidad, tendencias que fueron compartidas posteriormente en la plataforma. 

Imagen: Laboratorio de Aceleración de RDC

Canales de comunicación abierta y directa

Algunas personas tuvieron problemas con las limitaciones de diseño o la comprensión de las primeras herramientas que utilizamos: un conjunto de encuestas fijas en línea. En respuesta, creamos canales de comunicación abiertos y compartidos a través de WhatsApp para apoyar la retroalimentación inmediata de los participantes. Descubrimos que estos canales permitieron hacer descubrimientos adicionales que no se habrían revelado a través de la encuesta original. En México, se incluyeron varias sesiones de seguimiento con dinámicas específicas diseñadas para reforzar la conexión, mejoró la participación en la retroalimentación y dio lugar a observaciones inesperadas. Sin embargo, en algunos casos, los participantes prefieren la comunicación individual. Estas sesiones y canales de comunicación, colectivos y privados, ofrecieron nuevas conexiones cognitivas mientras dialogábamos y contribuíamos a reflexionar sobre el proceso y el tema del estudio. 

Imagen: Algunos participantes del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (INJUVE).

Incluir circuitos de retroalimentación en el proceso

Para aprender más sobre el proceso y obtener más beneficios de investigación, es importante compartir actualizaciones periódicas dentro de la red, ya sea a través de conversaciones abiertas o como interacciones guiadas. Esto ayuda a revelar observaciones e ideas tangenciales, paralelas y/o fortuitas de la red.

Observamos la participación a diferentes niveles dependiendo del área. ¿Qué marca la diferencia y por qué? Creo que es la cultura específica de la comunidad, reproducida por personas, historias o tradiciones, lo que refuerza la oportunidad de colaborar.

—Pavel, artista de la brigada Rayando en libertad (Street art en libertad), parte del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (INJUVE).

Disfrutamos de estar al mando como si fuéramos los dueños del proceso. Compartir los comentarios de las experiencias de cada ciclo de aprendizaje y comprometernos entre nosotros, a través de una plataforma abierta, ayudó a reforzar la sensación de ser útiles a las comunidades construyendo un flujo de trabajo colaborativo significativo sin necesidad de compensación.

—     André Muliro, YouthConnekt y delegado nacional del Ministerio de la Juventud de la RDC. 

Apoyando la confianza y la esperanza

Si bien una propuesta de estipendio o beneficio para los participantes ayuda a establecer la red con reglas claras y transparentes, nos pareció muy importante, tal vez aún más, compartir continuamente con ellos los hallazgos colectivos y la construcción de narrativas que pudieran acercarnos. Esto incluye cómo estos descubrimientos pueden mejorar la vida de las personas más adelante. Tanto la esperanza como la confianza demostraron ser poderosas herramientas de compromiso para reforzar la red, animar a los participantes a mantener el tema en mente y promover la importancia de la información tangencial o paralela que podría añadir hallazgos interesantes.

Imagen: Laboratorio de Aceleración de RDC

Centrarse en la esperanza y la confianza beneficia a los proyectos de investigación y desarrollo participativos, al tiempo que fomenta la apropiación de los retos y un futuro más colaborativo e inclusivo. En estos casos, vimos una especie de efecto dominó de entusiasmo; la atención y los corazones de los jóvenes están hambrientos, especialmente en una época en la que son conscientes de los muchos y complejos desafíos que se avecinan. 

Nuestra brigada de artistas está haciendo murales para visibilizar los asuntos que sentimos que son relevantes para las comunidades. Formar parte de esta red de búsqueda de iniciativas nos hizo darnos cuenta de toda una nueva serie de dinámicas relevantes de las que no éramos conscientes y nos inspiraron.

—Jesús Razo, artista coordinador de la brigada Rayando en libertad (Street art en libertad), parte del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (INJUVE).

Redes como consejo para futuras divisiones

Como los participantes en la red comparten múltiples puntos de vista de los temas basados en lo que observaron en diferentes contextos y condiciones, identificamos en los participantes un consejo natural para probar y avanzar referencias e ideas que pueden ayudar a evolucionar las futuras iteraciones de un proyecto, no sólo como fuente de información, sino como una especie de prueba ágil de mapas conceptuales.

Preguntas que nos hemos hecho

Al compartir nuestras experiencias entre la RDC y Laboratorios en México notamos algunas preguntas en común. El distanciamiento físico nos empujó a encontrar nuevas formas de relacionarnos con el territorio, y tenemos curiosidad por ver cómo se puede mejorar este enfoque para ofrecer una mejor comprensión de los cambios dentro de una comunidad. Por ejemplo:

  • ¿Cómo afecta una crisis larga e invisible a la disposición a colaborar? ¿Podemos advertir y responder mejor a factores como la fatiga por crisis?
  •  ¿Cómo puede la crisis de la COVID-19 pasar inesperadamente a resolver otros problemas de salud pública?
  • ¿Los tiempos de la COVID-19 informarán sobre nuevas formas de llevar a cabo proyectos de desarrollo y, si es así, cómo?
  • ¿El hecho de estar in situ puede crear una falsa impresión de tener un conocimiento más completo? ¿Podemos quedarnos cortos a la hora de identificar el cambio o las oportunidades emergentes cuando la observación directa crea la ilusión de lo evidente?
  • ¿Cómo podríamos componer métodos o herramientas en condiciones en las que el distanciamiento físico podría ser sólo una de las barreras? 

Todos tenemos diferentes historias de cómo esta crisis nos ha hecho reaccionar ante los retos de distanciamiento y de intentar evaluar el mundo a través de nuestras pantallas. Incorporar las redes de sensores a los proyectos de desarrollo puede fomentar una conciencia colectiva y devolver las reflexiones a las comunidades. ¿Qué aprenderemos de este momento que nos ayudará a ser más resilientes en el próximo desafío desconocido? ¿Se convertirán los planteamientos de esta crisis actual en nuevas formas de afrontar la realidad en el futuro? ¿Cómo se sostiene esto cuando nuestra forma normal de evaluar una situación no está disponible? ¿Cómo reaccionamos cuando el cambio se produce en lugares inesperados o con demasiada rapidez?

Escuchar, observar e interpretar a través de las redes de sensores puede sintonizarnos con la colectividad y permitirnos a todos aprovechar las distintas perspectivas. Por favor, comparta sus opiniones y experiencias con el Laboratorio de Aceleración sobre este asunto y sigamos aprendiendo y entendiendo mejor juntos.