Índice de pobreza revela profundas desigualdades entre grupos étnicos

7 de Octubre de 2021

En Bolivia, las comunidades indígenas constituyen el 44 por ciento de la población pero representan el 75 por ciento de las personas en situación de pobreza multidimensional. Foto: PNUD Bolivia

Nueva York, 7 de octubre de 2021 – Las disparidades en la pobreza multidimensional entre grupos étnicos se mantienen consistentemente altas en muchos países, y en nueve grupos étnicos más del 90 por ciento de la población se encuentra atrapada en la pobreza, según revela nuevo análisis sobre pobreza multidimensional a nivel mundial dados a conocer hoy.

El Índice global de Pobreza Multidimensional (IPM), producido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI), mide la pobreza a partir de la valoración de diversas privaciones experimentadas por las personas en sus vidas cotidianas, como la falta de buena salud, una educación insuficiente, y un bajo nivel de vida.

El informe que sale hoy a la luz examina el grado y la composición de la pobreza multidimensional en 109 países, donde viven 5.900 millones de personas, además de ofrecer datos desglosados por etnicidad/raza/casta sobre los 41 países para los que existen datos disponibles.

El informe concluye que, en algunos casos, las disparidades en la pobreza multidimensional entre grupos étnicos y raciales son aún mayores que las disparidades entre territorios geográficos subnacionales. De hecho, al efectuar un desglose del IPM por grupos étnicos el rango de los valores es mayor que el obtenido entre los 109 países y en todas las demás variables de desagregación aplicadas.

Asimismo, el informe muestra la enorme variación en pobreza multidimensional que puede existir dentro de un mismo país entre diversos grupos étnicos. Por ejemplo, la diferencia en el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en los distintos grupos étnicos de Gabón y Nigeria supera los 70 puntos porcentuales.

En América Latina, las poblaciones indígenas se encuentran entre las más pobres. Así, en Bolivia, las comunidades indígenas constituyen el 44 por ciento de la población pero representan el 75 por ciento de las personas en situación de pobreza multidimensional. Las cifras son también abrumadoras en India, donde cinco de cada seis personas en pobreza multidimensional proceden de tribus o castas más bajas.

El análisis multidimensional también ayuda a trazar los próximos pasos. El IPM combina la incidencia, la intensidad y la composición de la pobreza. Los dos grupos étnicos más pobres en Gambia, los Wollof y los Sarahule, tienen aproximadamente el mismo valor de IPM pero sufren distintas privaciones, lo que indica la necesidad de impulsar distintas medidas de política para reducir la pobreza multidimensional.

El informe incluye también un análisis de la pobreza multidimensional intrafamiliar centrado en el género. En los 109 países incluidos, alrededor de dos tercios de la población en situación de pobreza multidimensional (836 millones) viven en hogares en los que no hay ninguna mujer o niña con, al menos, seis años de escolarización completa. Una sexta parte de la población en situación de pobreza multidimensional (215 millones) vive en hogares en los que al menos un niño o un hombre han completado seis o más años de escolarización pero ninguna mujer o niña lo ha hecho. El informe pone de manifiesto también que las mujeres y niñas que viven en situación de pobreza multidimensional corren un mayor riesgo de sufrir violencia a manos de sus parejas.

A nivel mundial, en 109 países con una población de 5.900 millones de personas:

• 1.300 millones de personas sufren la pobreza en múltiples dimensiones.
• Aproximadamente la mitad (644 millones) son menores de 18 años.
• Casi el 85 por ciento vive en el África Subsahariana (556 millones) y Asia meridional (532 millones).
• Más del 67 por ciento vive en países de renta media.

Pero ¿cuál es la realidad cotidiana de las personas en situación de pobreza multidimensional? Los datos dibujan un panorama sombrío:

• 1.000 millones de personas están expuestas a combustibles de cocina sólidos, 1.000 millones viven con sistemas de saneamiento inadecuados, y 1.000 millones carecen de una vivienda digna.
• 788 millones viven en hogares donde, al menos, una persona sufre desnutrición.
• 568 millones carecen de agua potable o tienen que caminar más de 30 minutos (ida y vuelta) para poder acceder a ella.

“Tener un futuro en el que todas las personas puedan disfrutar de las capacidades básicas que aprecian y tienen razones para apreciar exige que la comunidad mundial dé solución a las desigualdades estructurales que oprimen e impiden el progreso. Al desglosar los datos de la pobreza multidimensional en función del grupo étnico, la raza, la casta, y al explorar los patrones por razón de genero y dentro del ámbito intrafamiliar, salen a la luz las disparidades y se va formando una guía de vital importancia para que las autoridades políticas no dejen a nadie atrás en la última década para la acción”, explica Sabina Alkire, Directora de OPHI en la Universidad de Oxford.

Aunque los niveles de pobreza multidimensional siguen siendo altos, en algunos países se vislumbraban síntomas de progreso, al menos hasta que llegó la COVID-19. Tomando a los 80 países y 5.000 millones de personas para los que se dispone de datos plurianuales, el 70 por ciento redujo el IPM en al menos un periodo, produciéndose los cambios más rápidos en Sierra Leona (2013-2017) y Togo (2013/2014-2017). Algunos países tuvieron las reducciones más rápidas en términos absolutos en sus regiones más pobres, contribuyendo así a cumplir su promesa de no dejar a nadie atrás. Entre estas regiones está el Norte-Centro de Liberia (2013- 2019/2020) y la Provincia 2 de Nepal (2016-2019).

“La pandemia de la COVID-19 ha erosionado los avances de desarrollo en todo el mundo y todavía estamos tratando de comprender hasta donde llegan sus efectos en todas sus dimensiones”, dice el Administrador del PNUD, Achim Steiner. “El Índice de Pobreza Multidimensional de este año nos recuerda que, si queremos aprovechar esta crisis para construir mejor en el futuro y diseñar respuestas efectivas que no dejen a nadie atrás, es necesario obtener una imagen completa de los efectos de la pobreza sobre las personas, saber quiénes son esas personas y dónde viven”.

Aunque todavía no contamos con datos completos sobre el impacto de la COVID-19 en el IPM, la pandemia ha desnudado las grietas existentes en los sistemas de protección social, en la educación y la vulnerabilidad de los trabajadores en todo el mundo. Estas grietas, señala el informe, son más profundas en los países con mayores tasas de pobreza multidimensional. Por ejemplo, millones de niños y niñas vieron interrumpida su escolarización presencial durante la pandemia en todo el mundo, pero la alteración en la educación formal fue más acentuada en los países con los índices de pobreza multidimensional más elevados. Un ejemplo es Zambia, donde la diferencia entre el porcentaje de hogares con niños que iban a la escuela antes de la pandemia y los que utilizaron la educación a distancia durante la misma fue de alrededor de 80 puntos porcentuales. Si nos atenemos a la experiencia de emergencias sanitarias anteriores, es posible que muchos de estos niños y niñas ya no vuelvan a la escuela.

Acceso a los datos completos y a la publicación en: hdr.undp.org/en/2021-mpi y https://ophi.org.uk/multidimensional-poverty-index/ 

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