Renacer del río Paraguay

ONU Desarrollo
4 min readFeb 11, 2020
Oscar es el presidente de Bahía Tour, una asociación de operadores de embarcaciones que ofrecen paseos en el río Paraguay. Foto: PNUD Paraguay / José Bogado Enero.

“No tienes que temer al río, tienes que respetarlo”, dice Oscar Fariña, mientras extiende una mano para ayudar a los turistas a subir a su bote a motor.

Oscar es el presidente de Bahía Tour, una asociación de operadores de embarcaciones que ofrecen paseos en el río Paraguay. A menudo se dice que la ciudad de Asunción le dio la espalda al río. Oscar y los otros residentes lo miran de frente.

Muchas de las familias asentadas en el área viven en condiciones sumamente vulnerables. Se enfrentan a los riesgos de inundaciones y sequías relacionadas con el cambio climático. Pero el mayor desafío es la contaminación, que está afectando tanto a las personas como a la rica biodiversidad de la región. Las aguas residuales no tratadas y otros tipos de contaminación de Asunción fluyen hacia el río, afectando el ecosistema de los humedales.

Protegiendo los humedales

Los ecosistemas costeros son vitales para el control de inundaciones, absorben carbono y producen agua dulce. Proteger los humedales es crucial en la lucha contra el cambio climático. Según datos de la Convención de Ramsar sobre Humedales de Importancia Internacional, se estima que el 64% ha desaparecido del planeta en el siglo pasado.

El Banco San Miguel y la Reserva Ecológica Bahía de Asunción comprenden 300 hectáreas y albergan una considerable biodiversidad.

Se estima que el 64 por ciento de los humedales han desaparecido del planeta en el siglo pasado. PNUD Paraguay/Bruno Ferreiro.

“Comencé mi relación con el río a una edad muy temprana, creo que aprendí a nadar antes de aprender a caminar”, dice Oscar, que ahora tiene 63 años. “Solíamos jugar en el Banco San Miguel, había solo siete u ocho vecinos en ese entonces, no tanta gente. Todo era humedales y bosques”.

Se han identificado cerca de 300 especies de aves, lo que lo convierte en uno de los ecosistemas más ricos de Asunción. Fue declarada reserva ecológica en 2005, y es reconocida mundialmente como un paso importante para las aves migratorias.

En estos días, el Banco San Miguel está lleno de vertederos. Estos desechos no tratados se acumulan en el cauce del río y en la orilla y desembocan en el río. Quemar basura es una práctica común.

Cuando la lancha se acerca a la orilla, Oscar disminuye la velocidad. “Antes bebíamos agua del río, ahora esto está totalmente degradado. En 50 años se desmoronó, está lleno de plástico y basura”, dice.

Rescate y recuperación

Ahora las autoridades están tomando medidas. El Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Municipalidad de Asunción, junto con el apoyo del PNUD, están tratando de limpiar y restaurar la reserva. El proyecto “Asunción Green City of the Americas — Pathways to Sustainability” es un plan de rescate, recuperación y supervisión.

Trabajando con los residentes, la asociación de barqueros presidida por Oscar Fariña, se ha convertido en un socio clave en la conservación de la biodiversidad. La asociación “Bahía Tour”, compuesta principalmente por residentes del área de la bahía de Asunción, ofrece paseos en bote y tours de observación de aves.

A través del proyecto “Asunción Green City”, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), los guías turísticos locales recibieron capacitación y aprendieron más sobre las especies de aves comunes en el área.

La asociación “Bahía Tour”, compuesta principalmente por residentes del área de la bahía de Asunción, ofrece paseos en bote y tours de observación de aves. Foto: PNUD Paraguay/José Bogado.

Una bandada de mbiguás vuela en forma de V. “De niños siempre corríamos tras los pájaros, el Playerito Canela, lo llamamos Chululú en guaraní. Hace unos 50 años tuvimos grandes bandadas, cubrieron el sol mientras volaban. Hoy, con la condición de la tierra, las aves no tienen un lugar para descansar en el área de la bahía”, dice Oscar mientras las observa pasar.

En la última década, la ciudad ha cambiado significativamente. Las playas poco profundas de la reserva han sido reconfiguradas y modificadas. Las recientes inundaciones del río Paraguay han llevado a una disminución considerable de la población de aves playeras.

Reviviendo hábitats críticos

El PNUD está trabajando con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, con el apoyo de la ONG Guyra Paraguay, en un plan para revivir los hábitats críticos para estas aves, especialmente el Playerito Canela.

Es evidente que la Bahía de Asunción solo puede recuperarse si todos actúan, por lo que el proyecto incluye crear conciencia sobre lo que está en juego y trabajar directamente con la comunidad local.

“Todos en la asociación de barqueros estamos muy involucrados con el medio ambiente, organizamos limpiezas y siempre tratamos de estar informados”, dice Oscar, al acercarnos al final del viaje en bote. “No creo que podamos volver a cómo era antes, pero sé que podemos intentar mejorar”.

Se han identificado cerca de 300 especies de aves, lo que lo convierte en uno de los ecosistemas más ricos de Asunción. Fue declarada reserva ecológica en 2005 y es reconocida mundialmente como un paso importante para las aves migratorias. Foto: PNUD Paraguay/José Bogado

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