La crisis climática no es neutral al género. Nuestra respuesta tampoco debe serlo.
El 66º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer resalta el rol primordial que juegan las mujeres y niñas para hacer frente a la emergencia planetaria. Aquí te explicamos por qué la igualdad de género es fundamental para la acción ambiental y climática.
El liderazgo climático de las mujeres es efectivo. A nivel mundial, cerca de un tercio de las mujeres que trabajan, lo hacen en la agricultura: constituyen el 40 % de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo. Su impacto no puede ser ignorado.
Cuando se reducen las brechas de conocimiento entre mujeres y hombres en el campo de la agricultura, y tanto mujeres como hombres pueden acceder a la capacitación, la productividad puede aumentar hasta en un 131 %.
Las mujeres desempeñan un papel crucial en la gestión sostenible de los recursos biológicos y se ven afectadas de manera desproporcionada por la pérdida de biodiversidad. En África, gestionan el 90 % del suministro de agua y de madera para combustible de los hogares.
Como agentes esenciales de la producción de alimentos y el uso sostenible de los recursos naturales, las mujeres tienen la capacidad y el conocimiento necesarios de transformación.
El liderazgo medioambiental de las mujeres es fundamental. Las mujeres son resolutivas: pueden hacer malabarismos con las responsabilidades laborales y la vida familiar, hasta navegar en espacios que fueron diseñados sin tenerlas en cuenta.
Una encuesta de estudiantes universitarios en 14 países encontró que las estudiantes tenían actitudes y comportamientos ambientales más fuertes que sus contrapartes masculinas. Sin aprovechar la energía y el ingenio de las mujeres, el mundo no alcanzará sus metas climáticas.
El liderazgo climático de las mujeres es una cuestión de igualdad. Las mujeres y las niñas son las que más sufren los efectos del cambio climático y la destrucción de la naturaleza. Sin embargo, representan solo el 33 % de las personas que trabajan en los ministerios ambientales.
Es imperativo que las mujeres participen en el diseño y la entrega de soluciones equitativas. Cuando las mujeres no tienen un asiento en la mesa en donde se toman decisiones, sus necesidades y perspectivas particulares, fortalezas y experiencias pueden pasarse por alto en los programas y políticas ambientales.
Las mujeres tienen amplios conocimientos y habilidades, adquiridos a través de sus roles y contribuciones como guardianas ambientales en sus comunidades, para conservar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad.
Aunque a menudo no reconocidas, las mujeres siempre han sido poderosas agentes de cambio para el medio ambiente. Reconocer y elevar su liderazgo beneficia a todas las personas.
3 - Kiril Dobrev / Unsplash
4 - PNUD Georgia / Nino Zedginidze
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18 - PNUD Zimbabwe
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