Comunidades indígenas de Ujarrás, Salitre y Cabagra se suman a la ciencia ciudadana para proteger la biodiversidad

54 personas indígenas son parte de las Brigadas de Monitoreo Biológico Participativo en el ACLA-P coordinadas por PNUD y SINAC

1 de Junio de 2021

Las personas de la Brigada de Monitoreo Biológico Participativo de Ujarrás colocaron una cámara trampa en su comunidad. (PNUD)

Iyiwak Tse’ka tso’ kañika e’ ajkӧnusӧ (‘¡Cuidamos la vida silvestre!’ en lengua bribri)

 

¡Tso wa dalí karbӧ wa kōnana! (lengua cabécar)

Más de medio centenar de personas de 3 comunidades indígenas de la Zona Sur se convirtieron en científicas ciudadanas, que estimulan un innovador modelo de protección de la biodiversidad en el Área de Conservación La Amistad-Pacífico (ACLA-P).

Habitantes de Ujarrás, Salitre y Cabagra – 3 de los 8 territorios indígenas existentes en el ACLA-P – son parte de las Brigadas de Monitoreo Biológico Participativo, coordinadas por el Proyecto Paisajes Productivos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).

El programa de brigadas acumula más de 2 años de trabajo, consolidando ya grupos en 18 comunidades del ACLA-P, siendo la de Salitre la más recientemente conformada. Las y los brigadistas han recibido un proceso de capacitación, en el cual lo fundamental es salir a campo a hacer los ejercicios de identificación. Cuentan con un equipo básico para reportar la presencia de especies silvestres, ya sea en recorridos programados o en sus actividades cotidianas. Además participan en la colocación de cámaras trampa y el análisis de las imágenes registradas.

Por medio de este modelo de ciencia ciudadana se pretende:

  1. fortalecer la educación y concientización ambiental,
  2. implementar un sistema de alerta temprana sobre cambios en la biodiversidad,
  3. complementar las actividades productivas de las comunidades a través del turismo rural,
  4. y consolidar una herramienta para la gestión del patrimonio natural como apoyo al ACLA-P.

Las comunidades indígenas de ALCA-P ya se apropian de estas acciones de investigación, educación ambiental y uso de los datos para estimular el turismo. En Cabagra hay 14 brigadistas, en Salitre 13 y en Ujarrás 27; en esta última comunidad la mayoría – 15 – son niñas y niños. El proceso de participación es dinámico, voluntario y abierto a la inclusión de nuevas integrantes.

Mapa de las comunidades indígenas y Áreas Silvestres Protegidas (ASP) en el ACLA-P. (PNUD)

¡Namá batsena jie bi rӧ tsege ká wa! (‘¡El puma es parte de nuestro hogar!’ en lengua cabécar)

El Proyecto Paisajes Productivos formó en cada uno de estos 3 territorios indígenas una brigada de monitoreo biológico, tomando como base a las y los integrantes de las brigadas de bomberos(as) forestales voluntarios del ACLA-P.

El plan de trabajo define el monitoreo de senderos para el registro de especies indicadoras de aves y mamíferos. Cada dos meses se revisan cámaras trampa que son ubicadas en fincas dentro de los territorios indígenas. Cada brigada tiene un comité de enlace que se encarga del seguimiento del plan de trabajo y cronograma de actividades. Adicionalmente, se trabaja en la formación de tres mujeres indígenas – una por brigada – que serán las encargadas de la administración y gestión de la información.

En 18 meses de monitoreo, las brigadas indígenas ya recopilaron valiosos datos sobre la biodiversidad y el uso de hábitat de especies de indicadoras del ACLA-P. Se han registrado:

  • 149 especies de aves, incluyendo 10 endémicas y 21 migratorias
  • 24 especies de mamíferos, incluyendo el puma y el ocelote, 2 felinos que se encuentran en peligro de extinción en Costa Rica.

Este hermoso manigordo fue captado por una cámara trampa en el Territorio Indígena de Ujarrás. (PNUD)

Reto de continuidad

El PNUD y el SINAC encuentran una respuesta positiva en las comunidades de Ujarrás, Salitre y Cabagra, para consolidar las Brigadas de Monitoreo Biológico Participativo.

Los pueblos indígenas en Costa Rica – con índices de desarrollo social menores al promedio nacional – enfrentan brechas en el acceso a la tecnología, la escolaridad o infraestructura. Pero el panorama no frenó su interés por aprender y conocer sobre su riqueza natural para protegerla.

Su ubicación geográfica es clave para la dispersión de las especies silvestres, tanto a nivel regional a lo largo del Parque Internacional La Amistad (PILA), como en el ACLA-P. La detección de felinos como el manigordo y el puma, y de sus presas potenciales como el cabro de monte, el venado, el tepezcuintle y las guatusas muestran la relevancia de los hábitats naturales de los territorios indígenas para la conservación de estas especies.

Pero es necesario fortalecer las Brigadas y buscar fuentes de financiamiento para darle continuidad al trabajo iniciado con el Proyecto Paisajes Productivos.

Este mapa muestra la ruta potencial de conectividad biológica dentro de los Territorios Indígenas presentes en el ACLA-P. (PNUD)