Dejando buena huella en América Latina

22 de Febrero de 2022

Chile, pionero en la región en los esfuerzos para reducir la huella de carbono del sector privado, ha registrado 1.468 organizaciones en su programa 'Huella Chile' y ha otorgado 904 sellos de reconocimiento.

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Los compromisos asumidos por los países en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) siguen siendo insuficientes para cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C, por lo que es urgente incluir a todos los sectores en la solución.

Desde 2012, el PNUD ha venido explorando formas de dar más espacio al sector privado en la acción climática, recientemente a través de su Programa de Apoyo a las NDC y la iniciativa Climate Promise (ambos en inglés). Los gobiernos de América Latina han fomentado programas voluntarios de huella de carbono para canalizar esfuerzos espontáneos desde el sector público y privado hacia la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Países como Chile, Perú y Panamá ya cuentan con experiencias y logros concretos implementando el cálculo, monitoreo y gestión de las emisiones de GEI. Estas iniciativas de huella de carbono se basan en proveer una calculadora de emisiones en línea junto con un sistema de sellos de reconocimiento para organizaciones que reporten, reduzcan o idealmente neutralizan sus emisiones de GEI.

Durante la COVID-19, ha sido interesante cómo ha resultado un elemento que ha reforzado la resiliencia ante crisis inesperadas. A continuación se detallan algunos aspectos destacados de nuestro trabajo para reducir la huella de carbono del sector privado en la región:

  • El programa pionero en la región es Huella Chile, el cual cuenta con el apoyo del PNUD desde 2012 y fue formalmente establecido en 2014. A día de hoy, tiene inscritas 1.468 organizaciones y ha otorgado 904 sellos de reconocimiento, incluyendo sellos de cuantificación, reducción, neutralización y excelencia. Además, la iniciativa ha capacitado a más de 3.000 personas en los efectos del cambio climático y en la gestión de los GEI, e incluye innovaciones como la huella hídrica, huella de municipios (sistema de reconocimiento comunal) o el sello de igualdad de género, entre otros.
  • Reduce Tu Huella - Corporativo, la iniciativa más reciente en la región, fue impulsada por el Gobierno de Panamá en el 2021. A día de hoy, cuenta con 71 organizaciones inscritas y pretende establecer un proceso estandarizado para identificar, calcular, reportar y verificar información relativa a los GEI dentro de los límites de organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil. Además, incluye un componente de reducción de la huella hídrica, con el que se busca mejorar la gestión de sus recursos hídricos y vincular a estrategias de adaptación al cambio climático. 
  • Perú, como parte de la estrategia de mitigación de su NDC para 2030, ha implementado la de Huella de Carbono Perú, inspirado en Huella Chile. Cuenta con 567 organizaciones registradas y 267 sellos de reconocimiento. Entre 2018 y 2020, se neutralizaron un total de 377.782 toneladas de CO2 por parte de empresas registradas de manera voluntaria. Teniendo en cuenta que Huella Perú solo representa el 2,2 % de las emisiones reportadas, podemos ver el claro potencial de este trabajo para establecer mecanismos de acción concretos para la neutralidad climática.

Bajo el lema “Dejemos una buena huella”, el programa Huella de Carbono Perú conciencia a la ciudadanía sobre la importancia de reducir la huella de carbono

Ministerio de Ambiente Perú

Huella de Carbono Perú también ha involucrado a la sociedad civil a través de campañas de difusión para incentivar a las organizaciones a comprometerse con la neutralización de sus emisiones. Con su lema, “Dejemos una buena huella”, crea conciencia sobre la importancia de que las empresas reduzcan su huella de carbono.

SUMANDO MÁS PAÍSES EN 2022
Con el apoyo de PNUD, países pioneros como Chile, Perú y Panamá comparten sus experiencias, conocimiento y lecciones aprendidas con equipos en Colombia, Ecuador y Paraguay con el fin de reducir tiempos de implementación, resolver dudas y aprender de los mejores resultados e ideas innovadoras. Al ver que Perú está alcanzando cifras de participación más altas que Chile, se hacen evidentes los beneficios de compartir las lecciones aprendidas, soluciones técnicas y casos de éxito. Este conocimiento compartido es lo que permitirá a los gobiernos alcanzar un mayor nivel de participación, donde las plataformas comiencen a lidiar con grandes volúmenes.

Todo lo referente al cambio climático es objeto del “aprender haciendo” y está sujeto a un permanente proceso de mejora, pero ahora es clave agregar "aceleración" en esta década crítica de acción al 2030. Algunos elementos que proponemos considerar en 2022 son optimizar y fortalecer la articulación con otras herramientas, tales como la huella de productos, la economía circular, la articulación con huella hídrica, la igualdad de género, los certificados de energías renovables o los esquemas de incentivos económicos.

Este año, reforzaremos capacidades con el lanzamiento de una publicación que compilará las orientaciones relevantes y casos de éxito en la implementación de programas nacionales y voluntarios de huella de carbono. Esta guía se preparará para países que quieran desarrollar iniciativas similares y tendrá como objetivo consolidar una descripción técnica detallada sobre las exitosas experiencias sobre el terreno. Así mismo, servirá como guía para evidenciar las necesidades de asistencia en la región para posteriores acciones dentro de la iniciativa Climate Promise en cuanto a la inclusión del sector privado y otros sectores.

También continuaremos con los intercambios Sur-Sur, apoyando el desarrollo de estándares comunes de cara a tener elementos de contabilidad regional. Esto también debería fomentar una economía de escala, explorando mecanismos para aminorar los costos asociados al cálculo y la verificación.

La iniciativa Climate Promise del PNUD es actualmente el mayor programa de apoyo a las NDC a nivel global. Con el lanzamiento de la nueva fase enfocada en la implementación, desde el PNUD seguiremos brindando apoyo el despliegue de los programas nacionales de huellas de carbono ya que han demostrado ser de un alto impacto en catalizar los esfuerzos del sector privado para contribuir a las NDC.

Muchos países están ahora comprometiéndose a objetivos de neutralidad de carbono para 2050. En mi opinión, los programas nacionales voluntarios de huella de carbono, considerando tanto las iniciativas públicas como privadas de reducción de los GEI, estarán en la primera línea de este nuevo desafío. Son también las mejores plataformas para unir las NDC con programas voluntarios de abajo hacia arriba. Desde el PNUD, esperamos con ansias el apoyo continuo a este trabajo.