Avances reales en contra del racismo en el PNUD

21 de Septiembre de 2021

En la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, los países adoptaron la Declaración y el Plan de Acción de Durban.

ONU

En 2001, el Gobierno de Sudáfrica actuó de anfitrión de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, en la que los países participantes adoptaron la Declaración y el Programa de Acción de Durban. El entonces Secretario General, Kofi Annan, declaró que la conferencia tenía como objetivo  “desterrar de este nuevo siglo el odio y los prejuicios que han desfigurado siglos anteriores”. A pesar de que esta histórica declaración propuso en aquel momento un programa de medidas prácticas y realizables destinadas a combatir el racismo y promover la justicia racial, todavía queda mucho por hacer.

Esto quedó en evidencia con episodios como el asesinato en 2020 de George Floyd (en inglés), que estremeció a la comunidad internacional y provocó el avance del movimiento Black Lives Matter (en inglés) en todo el planeta. En medio del aislamiento social obligado por la pandemia de la COVID-19, el mundo observó con horror las imágenes del teléfono celular de los últimos momentos de la vida de George Floyd. Las emociones, las (no especialmente novedosas) realidades, la rabia y la tristeza marcaron el comienzo de una transformación. Junto con organizaciones y empresas de todo el planeta, el PNUD siguió el llamamiento de Black Lives Matter y se unió al tuit #FightRacism ("lucha contra el racismo"). Sin embargo, la realidad era que para servir al mundo de la mejor manera posible era indispensable hacernos un examen a nosotros mismos como organización.

En aquel momento tuve sentimientos personales y profesionales encontrados, como nunca los había tenido anteriormente. Al principio no entendía por qué no abordábamos inmediatamente estas cuestiones en el trabajo. En mi mente le daba vueltas a la idea de cómo podemos continuar trabajando con normalidad en una organización cuyo mandato se basa en la igualdad para todas las personas sin reconocer este acto salvaje y hacer algo para promover cambios. ¡Me sentía paralizada! Era incapaz de funcionar profesionalmente porque para mí nada era más importante que hablar del hecho de que mi hijo, mi pareja, mi hermano, mi familia, mis colegas y mis amigos podían ser asesinados por ser negros, por las mismas personas que, supuestamente, tenían la obligación de protegerlos.

No hay mejor momento que el ahora para reflexionar sobre la Declaración de Durban y su importancia en el debate actual sobre el racismo.

Tim Mossholder / Unsplash. Mural de Annabelle Wombacher, Jared Mar, Sierra Ratcliff y Benjamin Cahoon

Fue un placer presenciar el inicio de estas conversaciones dentro la organización. El personal habló y los altos directivos escucharon. Fue maravilloso que el Administrador pusiera en marcha el proceso de transformación con una asamblea con todo el personal para abordar nuestra respuesta contra el racismo que abordara nuestros esfuerzos en contra del racismo y luego nombrara un equipo corporativo para liderar el proceso de descubrimiento de problemas raciales sistémicos. Desde entonces, el personal se ha unido para liderar muchas iniciativas en torno al antirracismo, con tres actividades principales para apoyar nuestros esfuerzos:

TENER CONVERSACIONES FRANCAS Y ABIERTAS
El diálogo abre la mente (aunque a veces no lo parezca) y así es como empiezan las transformaciones. El PNUD ha empezado a mantener conversaciones profundas, vulnerables y francas sobre el racismo. Ha sido esencial para nuestro crecimiento permitirnos tener un espacio para escuchar, compartir, aprender y hacernos preguntas difíciles, tanto entre nosotros como a nivel personal. La primera conversación ("Hablemos de racismo") que tuvimos en mi departamento en 2020 superó mis expectativas por el grado de honestidad, valentía e interés que mostró el equipo en aprender. Esto me confirmó que estábamos preparados para avanzar en este diálogo tan incómodo como esencial. Recientemente, los diálogos de la red Anti-Racism and Decoloniality recogidos en el informe Time to Decolonise Aid (en inglés), de Peace Direct han abierto un debate sincero sobre los programas y las operaciones del PNUD. La conversación continúa siendo un desafío, tanto para mí como para muchos de mis colegas.

Para fomentar aún más el diálogo en la organización, el Equipo de Lucha contra el Racismo y la Discriminación elaboró un informe seminal con recomendaciones sobre cómo abordar el racismo y la discriminación, que incluirá un conjunto de herramientas para llevar a cabo una variedad de diálogos dentro de un espacio seguro.

CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LA ORGANIZACIÓN
Como parte de la transformación, el informe elaborado por el Equipo de Lucha contra el Racismo y la Discriminación también recomienda cambios estructurales internos (como en recursos humanos, gestión de quejas del personal, adquisiciones, política de programas, capacitación, etc.) para aliviar los resultados racistas.

Los líderes ejecutivos del PNUD están muy involucrados y hacen que los gerentes rindan cuentas. El Administrador ha comunicado la necesidad de ir más allá de simplemente abordar el racismo donde nos lo encontramos para también adoptar una postura antirracista activa dentro de la organización, nuestra programación y el compromiso con los socios.

Estos cambios de política son esenciales para ayudarnos a monitorear e informar sobre nuestro progreso. Sin embargo, en mi opinión, son solo la mitad de la batalla.

TRABAJAR SIN DESCANSO PARA TENER UN ENTORNO ANTIRRACISTA
Proteger a los trabajadores contra el racismo es uno de los objetivos fundamentales de los cambios estructurales pero entiendo que, para que todo esto tenga éxito, la organización debe interiorizar en su seno la necesidad de fomentar una cultura de verdadera diversidad e inclusión. Me pregunto cómo puede darse esto y cómo serían las cosas si se produjera. De momento, tengo la esperanza de que las conversaciones continúen mientras seguimos examinando, mejorando nuestras políticas internas y celebrando nuestra diversidad.

Estamos en un momento inmejorable para hacer una reflexión sobre la Declaración de Durban y su importancia en el debate actual sobre el racismo. El trabajo que está realizando el PNUD tiene como objetivo incorporar elementos de esta innovadora conferencia a nuestra cultura del día a día así como a nuestras prácticas profesionales.

En mi calidad de funcionaria veterana del PNUD, para mí es importante ver que nuestros esfuerzos en favor a la igualdad racial dentro de la organización están generando avances reales. De esta manera estaremos mejor preparados para llevar a cabo nuestra labor de ayudar a las comunidades, sea donde sea que estemos trabajando, a combatir la discriminación en todas sus formas. En última instancia, es también un verdadero honor formar parte de esta transformación que se está produciendo ante nuestros ojos en el PNUD.

Tiffany Moore es miembro de la Junta Consultiva Corporativa Antirracismo y Discriminación del PNUD y del Equipo Antirracismo y Discriminación en la Oficina de Relaciones Externas y Promoción.