Europa y CEI

Europa y CEI

24 de Julio de 2012

El informe considera que el significativo progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en la región paneuropea, y especialmente en los países con economías en transición, corre el riesgo de verse interrumpido o incluso revertido ante la emergencia de la crisis económica y financiera.

 

El informe abarca toda la región paneuropea, y centra la atención en tres grupos de países: Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central; Europa Sudoriental, y los nuevos Estados miembros de la UE. La Comisión hace balance de los progresos realizados en la consecución de los ODM en estos países y ofrece a los dirigentes sugerencias operativamente viables con miras a la formulación de políticas para impulsar el avance hacia su plena realización en el año 2015.

 

El informe destaca que se necesitan políticas económicas y sociales coherentes, así como programas específicos para alcanzar las metas de los ODM, y menciona buenas prácticas en una serie de países de la CEPE, incluidos Albania, Armenia, Azerbaiyán, Bulgaria, Georgia, Hungría, Kazajstán, Kirguistán, Montenegro, Polonia, República de Moldova, Federación de Rusia, Serbia, Tayikistán, la ex República Yugoslava de Macedonia, Turquía y Ucrania.

 

El informe también destaca una serie de desafíos de desarrollo humano que son específicos de los países con economías en transición. Estos incluyen aumento de las desigualdades, retrocesos en materia de protección social, esperanza de vida comparativamente baja de los hombres y flujos migratorios sin precedentes. Por otra parte, los nuevos Estados independientes surgidos de la antigua Unión Soviética y Yugoslavia han tropezado con problemas adicionales de consolidación nacional y, para muchos de ellos, esto ha venido acompañado por tensiones regionales o conflictos a gran escala que afectan profundamente el capital humano y la cohesión de sus sociedades.

 

Una de las características de la parte oriental de la región paneuropea es la discrepancia entre la gravedad de estos problemas y la capacidad de gobernabilidad para abordarlos. Por esta razón, la activa labor en favor de las reformas institucionales de acuerdo con los principios de un sistema social y político participativo, y una economía de mercado, constituyen un gran desafío para la mayoría de estos países.

Aspectos Destacados

  • En materia de pobreza (ODM 1), a pesar del rápido crecimiento económico durante el período 2000-2008, aún persiste la pobreza absoluta entre los grupos vulnerables y en las zonas desfavorecidas, y está ampliamente difundida en algunas partes de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central, especialmente en países de escasos recursos. La crisis ha hecho retroceder los avances que se habían logrado en todos los países en transición y en algunos de los nuevos Estados miembros de la UE
  • Con respecto al ODM 2 (enseñanza primaria universal), la matrícula en la enseñanza primaria es buena, con excepción de las minorías desfavorecidas y las zonas remotas en algunos países de la región. Sin embargo, la baja calidad de la educación en muchos países emergentes de Europa y Asia Central está poniendo en peligro las posibilidades de empleo de millones de jóvenes.
  • Con respecto al ODM 3 (igualdad de género y empoderamiento de la mujer), el empleo de la mujer ha mejorado considerablemente en toda la región. Sin embargo, la mayoría de las mujeres sigue ocupando empleos menos remunerados y muchas de ellas trabajan en el sector informal, con poca o ninguna seguridad en el empleo ni protección social. A pesar de algunos avances, las mujeres siguen estando insuficientemente representadas en puestos de toma de decisiones, tanto en el plano político como económico.
  • Los avances en la reducción de la mortalidad infantil (ODM 4) han sido impresionantes pero desiguales: algunos de los países se encuentran en vías de alcanzar el objetivo o cerca de lograrlo, mientras otros países requieren un aumento importante de las inversiones en salud pública. También existen importantes desigualdades en el interior de los países.
  • Con respecto al ODM 5 (mejora de la salud materna), la tasa de mortalidad materna ha disminuido desde 1990 en las economías emergentes de Europa y Asia Central. Sin embargo, el progreso en la región no ha sido ni universal ni coherente. Incluso en aquellos países que están en vías de alcanzar las metas de los ODM, todavía existen poblaciones con falta de acceso a servicios básicos de salud.
  • La lucha contra el VIH/SIDA y otras enfermedades (ODM 6) no ha tenido éxito en gran parte de las economías emergentes de Europa y Asia Central. El fuerte aumento de las infecciones por el VIH en los últimos decenios se ha correlacionado con procesos de exclusión social. El principal reto para combatir la tuberculosis en la región consiste en mejorar el éxito del tratamiento, que es el más bajo del mundo. De los 27 países que representan más del 85% de los casos de tuberculosis resistente a múltiples medicamentos en todo el mundo, 15 se encuentran en los países emergentes de Europa y Asia Central.
  • La sostenibilidad ambiental (ODM 7) mejoró tras la dolorosa restructuración industrial de las economías en transición, pero los precios artificialmente bajos de la energía para los usuarios finales en algunos países no consiguen hacer llegar el mensaje adecuado de ahorro de energía. La gestión del agua y la degradación de tierras siguen siendo importantes desafíos para el desarrollo en Asia Central. El acceso al agua potable y saneamiento es gravemente limitado en las zonas rurales de Asia Central, pero también está muy lejos de ser adecuado en los Balcanes Occidentales. Y más de 50 millones de personas en más de 15 países de la región viven en asentamientos informales.
  • Algunas de las metas relacionadas con la asociación mundial para el desarrollo (ODM 8) siguen siendo esquivas. En 2010, es probable que la AOD como porcentaje del PIB sea aproximadamente igual al nivel de 1990 (0,33 por ciento). La integración en la economía mundial de los países de Europa Oriental, el Cáucaso, Asia Central y Europa sudoriental se ve obstaculizada por la falta de diversificación de las exportaciones y por el hecho de que muchos países aún no son miembros de la OMC. Las economías en transición de algunos países sin litoral continúan en situación de desventaja como consecuencia de la escasa infraestructura y de los engorrosos procedimientos de cruce de frontera.